Los “Talleres para
saber vivir”, como escuela de vida, como escuela para educar y
encausar las emociones y cultivar valores humanos y divinos, nace en
germen, desde 1984, luego de haber experimentado en la interioridad, esa
Luz, esa Ternura infinita del Dios de Jesús que llamamos Padre
Celestial y que creemos que se nos ha manifestado por medio de Él. De forma práctica, nacen el 21 de Marzo de 1985.
Sus iniciadoras, licenciadas en Filosofía y Letras, especialistas en Filosofía aplicada y psicobiología y neurociencia cognitiva, con experiencia por más de 35 años en consejería humana grupal, y apoyadas en la psicobiología y neurociencia cognitiva, estudiosas de la Sagradas
Escrituras, Teología, Cristología, Mariología y espiritualidad monástica como oblatas benedictinas que son, pertenecen al Monasterio de
los Monjes de Nuestra Señora de la Soledad, y quienes sostenidas por la
gracia de Dios, han trabajado ininterrumpidamente, y con gran pasión en
esta labor tan noble, acompañando a las personas que se abren al
amor de Dios, y que son transformadas por el Espíritu Santo. Personas que
quieren trabajar con su capacidad de inteligencia emocional y espiritual.
Su asesor y director espiritual ha sido y es, el padre Ezequiel monje
benedictino, prior del Monasterio de Nuestra Señora de la Soledad.
Apoyadas desde 1984 por los señores obispos de la Diócesis de Celaya y señores curas de Catedral hasta hoy apoyadas
por el Sr Cura Gilberto Gómez Rico, el Pbro y Vicario General Daniel Huerta Ibañez y por el Sr Obispo Don Benjamín
Castillo Plasencia.
Las hermanas, durante más de 35 años de experiencia en este caminar hacia la madurez integral, y como oblatas benedictinas, han creído y creen que la vida tiene un gran valor y un propósito inmenso: ser amor incondicional, que nos permite -si lo ponemos en marcha- ser personas realizadas, felices, aún en medio de todo, siendo cada vez más maduras al estilo de Jesús, el Señor.
Las hermanas, durante más de 35 años de experiencia en este caminar hacia la madurez integral, y como oblatas benedictinas, han creído y creen que la vida tiene un gran valor y un propósito inmenso: ser amor incondicional, que nos permite -si lo ponemos en marcha- ser personas realizadas, felices, aún en medio de todo, siendo cada vez más maduras al estilo de Jesús, el Señor.
Hnas
Flor y Gema, oblatas benedictinas, son consultoras filosóficas tanto de forma
individual como grupal. Licenciadas en Filosofía por la Universidad
Autónoma de Chihuahua, especialistas en Filosofía aplicada y
psicobiología y neurociencia cognitiva. Incansables conferencistas,
conocedoras del ser humano en casi todos sus aspectos. Su misión
filantrópica es ayudar a
despertar a las personas que se experimentan desalentadas, con
ansiedad, angustia depresión, miedo, que ya no quieren vivir,
matrimonios a punto de romper, jóvenes y niños que se auto agreden y que
no encuentran el sentido de la vida, en fin, seres que sufren a manos
llenas. Ayudan a transformar las crisis en oportunidades para crecer
sobre todo en la propia autoestima, en la positividad en la solidaridad,
en esa fe adulta y esa esperanza inquebrantable que nos hace permanecer
de pie ante cualquier circunstancia por adversa que sea. Imparten hasta
la fecha sus "Talleres para saber vivir".
"Creemos
en el Dios de Jesús nuestro Amado, que no tiene qué ver con castigos ni
infiernos. Creemos en ese Padre Amoroso que nos responsabiliza con
nuestra propia persona que es un tesoro porque Él ya nos dio a todos los
seres humanos creyentes o no, lo que nos hace verdaderamente "humanos".
Creemos en el ser humano sabiendo que cuando se quiere, cuando se
despierta a la Sabiduría que habita nuestro interior, se puede ser
diferente, se puede cambiar, se puede ser feliz pese a todo lo que
ocurra fuera. Pues como dice Epicteto filósofo del siglo I: "No son las
circunstancias externa las que nos hacen infelices, las que nos agobian,
sino la mirada, la actitud que tenemos de ellas".
Dios
no deja de creen en NADIE. Él nos dio el SER que es nuestra profundidad
y en donde habita la paz, el amor compasivo y sin condiciones, la
alegría (alegrarnos en Él) es decir esa actitud vital que nos hace
permanecer de pie frente a todo como María de Nazareth al pie de la
cruz, la solidaridad y todas los valores que si los activamos en cada
circunstancia despertamos a la vida verdadera en el HOY AQUÍ Y AHORA,
haciendo el bien a todo ser que respira incluyendo animalitos y
naturaleza.
SIEMPRE ORAMOS POR ESTA CREACIÓN
¡¡¡ÁNIMO!!!
Hnas Flor y Gema
oblatas benedictinas