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domingo, 10 de diciembre de 2023

Adviento es vivir en Amor

 

❤️EL ADVIENTO ES.....

 


                                                                              

El Adviento es el tiempo  en  que  Dios  nos  promete  que  su  amor no descansa. Por cada uno de nosotros. “Qué hermosos sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz” (Is 52.7) Hay gente que sí anuncia tu venida Jesús. Y da gusto verlos, y tratarlos, y sentir que, con ellos, renace la esperanza. Esos viven la Navidad todo el año, y quizás  ahora,  si  busco,  podré  verlos  un  poco  más. Recuerdan  con  sus vidas que el amor es posible. Insisten, con su testimonio, en confirmar que sí, que a veces, hay quien te siente muy dentro... y entonces todo cobra sentido. Son  la  buena  gente,  que  la  hay  en  todas  partes.  Son  los  pisoteados, capaces de levantar la cabeza, conscientes de su dignidad inalienable. Los heridos  capaces  de seguir  caminando.  Los  alegres deseosos  de contagiar su  contento. Los  que  comparten  lo  que  tienen  (poco  o  mucho),  su tiempo, su trabajo, su vida, su palabra, sus sueños... Los humildes, los mansos, que contagian bienaventuranza y trabajan por la paz. ¿Quién es la gente que en tu vida es mensajera de evangelio? ¿Y puedes ser tú anuncio de esperanza para alguien? ¿Cómo?
                                                                                      
 Ven, Señor. Sigue viniendo. No te canses de venir, en espíritu, en palabra, en verdad  y  vida. Ven  a  este  mundo  que  hambrea  sentido  y  esperanza. Ven a habitar cada horizonte. Ven a sacudir las inercias, a avivar los amores apagados, a calentar los hogares fríos, ven. Ven, de nuevo niño, a mostrarnos esa fragilidad poderosa del Dios niño. Sigue viniendo, contra viento y marea, contra escepticismos y rutinas, contra dudas y atrofias....                                                                                       

 «Cuando te llamo, respóndeme Dios, defensor mío; tú que en el aprieto me diste anchura, ten piedad de mí, escucha mi oración.» (Sal 4,2) ¡Te necesitamos, Señor! NECESITAMOS EL AMOR, así, con mayúsculas, que Tú nos das. Necesitamos redescubrirte, en espacios que a veces parecen vacíos. Por eso te llamamos, en voz baja o gritando. Cada uno con nuestro acento, suben hasta ti las voces del niño con sus primeras preguntas, del joven con sus primeras angustias, del adulto con inquietudes que van echando raíz, del anciano, que vuelve a ser un poco niño, pero más sabio. Te llamamos, a veces con desesperación, y otras con euforia. Desde la soledad o desde la plenitud que aún aspira a más. ¡VEN!¡Ven, Señor! A nuestra vida, a nuestro hoy. ¡Ven! (Un buen mantra, frase o palabra corta para este Adviento. ¿Cuál es hoy mi grito, mi llamada, mi necesidad de Dios?)                                                             

 «Cambiaste mi luto en danza, me desataste el sayal y me ceñiste de fiesta.» (Sal 30,12).                                                                             

 Cuando  llegas  todo  cambia.  Llenas  los  vacíos. Tranquilizas  al espíritu inquieto.  Nos  levantas  si  es  que  andamos  caídos,  y quizás  nos  bajas  los  humos  cuando  vivimos  de  espaldas  a  ti como  si  fuéramos  dioses.  De  golpe  una  palabra,  o  una parábola,  o  una  imagen,  se  convierte  en  grito  vivo  para nosotros.  No  siempre  es  fácil  hacerte sitio,  y  lo  sabes,  en medio  de  nuestras  vidas  super pobladas.  Hay  que  quitarse muchas  capas  para  acabar  desnudos  ante  Ti,  para  que  tu Verdad  ponga  un  poco  de sentido  en  nuestras  seguridades  y para que tu evangelio nos mueve hacia el prójimo. No es fácil. Pero  las  veces  que  ocurre,  todo  parece  mejor. Así  que  no desistas. Cuando Dios ha entrado de lleno en mi vida, ¿qué ha cambiado?
                                                                                                    
 “Cuando empiece a suceder esto, levanten, alcen la cabeza, se acerca su liberación” (Lc 21,28) Esperamos  con  ganas,  con  deseo.

Esperamos,  pero  no  sentados,  sino  muy  vivos. Miramos  alrededor. Buscando el bien para nosotros y para otros. Escuchando tu palabra y las palabras de quienes están cerca. Esperamos, sin desesperar. Conscientes de que estás cerca, de que hay que aprender a descubrirte. Con la ilusión renacida de quien escucha otra vez un anuncio deseado. Te necesitamos, y por eso ahí va un grito, una plegaria, un canto: “Ven”! ¿Cómo vivo yo este adviento? ¿Qué hay en mi vida de búsqueda, sueño, anhelo, deseo... que concuerde a los deseos con Dios?  
                                                                                                    
  " El Señor  me  ha  enviado  para  dar  la  buena  noticia  a  los  que sufren,  para  vendar  los  corazones  desgarrados,  para  proclamar  la amnistía a los cautivos y a los prisioneros la libertad..." (Is 61,1-2) Se  acercan  el  amor,  los  motivos,  la  presencia  que una  vez  más  ha de  llenar nuestro  horizonte. Viene  la  palabra  que  pondrá  sentido  en  el  día  a  día. Quizás te nos harás un poco más visible. Vencerá el perdón... Resonará muy dentro  una  canción  que  ha  de  despertar  oleadas  de  júbilo.  Se  pronunciará una palabra que será la mejor herramienta.  El ritmo de los días volverá a ser danza. Venceremos el miedo a vivir. El abrazo será hogar, y habitarás nuestra oración. Y lo sorprendente es que todo eso que viene en realidad ya está aquí. El germen crece imparable. ¿En qué se concreta para mí la promesa de Dios? ¿Qué espero o deseo de verdad?¿Cuál es la buena noticia en la que creo?
                          
  No  es  este  un  tiempo  para  la  esperanza?  Pues esperemos,  pero  no  sentados sino  bien  vivos,  bien  activos,  amando.  Esperemos  que  mejoren  las  vidas  de quienes  nos  rodean.  Esperemos  que los  solitarios tengan  este año  alguien  que les  recuerde (¿tal  vez  podemos  llamar,  escribir,  cuidar  a  los  más  descuidados?). Esperemos  que  se  encienda  alguna  luz  de  ilusión  en  espacios  de  sombra  (¿tal vez  yo  pueda  encender  alguna?).  Esperemos  que  en  medio  del  vértigo  y  de tantos  preparativos  alguien  se  acuerde de que Dios  viene. Esperemos que haya más signos de ternura y menos golpes, más risas y menos ceños fruncidos, menos broncas y más reconciliaciones. Y digámoslo. Y cantémoslo. Y vivámoslo. Que el Dios que sigue viniendo es la fuente de la alegría profunda. Sin caer en voluntarismos innecesarios, ¿Puedo “preparar” mi mundo, o la parcelita que me toca, en estas semanas? ¿Qué puedo hacer para que se note esta venida? En mi familia, o en mi comunidad, en mi lugar de trabajo, o en los contextos en que me muevo...
                                       
  Mas tú,  Señor,  reinas  por  siempre,  tu  recuerdo  alcanza  de edad  en  edad. Te alzarás, compadecido de Sión, que es tiempo de apiadarte de ella” (Salmo 102,13-14) Esperamos  porque  sabemos  de  quién  nos  hemos  fiado.  Porque  preparamos  los  caminos  para  una  venida que  ya  comenzó  hace  mucho. Porque  en  la  vida  es  fundamental  mantener  una  memoria  agradecida  por todo lo recibido. Aprender de una historia muchas veces trenzada en golpe y dicha. Recordar las ausencias justas con gratitud, y las injustas con valentía. En los momentos de dicha recordamos que todo es don. Y en las  noches  oscuras,  en  los  momentos  en  que parece que algo  falta,  en  las  épocas  de dolor  o  sufrimiento, recordamos las bendiciones que en otros momentos han llenado nuestras vidas de pasión. Y la entrega de un Dios cuya salvación ya comenzó de manera que Él no se retrasó. La sorpresa del Dios del pesebre y la historia de una salvación extraña. Recordamos con gratitud, y nos vivimos como partes de una historia. Recuerdo,  en  este  tiempo  de  adviento,  la  historia  grande  de  la  que  soy  parte.  Recuerdo  que  Dios  lleva viniendo mucho tiempo (en lo grande y en lo pequeño).

 




ADVIENTO TIEMPO DE ESPERAR AMÁNDONOS PARA PODER AMAR AL ESTILO DEL QUE VIENE!!! VIENE PORQUE ES FIEL!!! PORQUE NOS HA AMADO PRIMERO. 🙏🏽😇❤️

martes, 27 de agosto de 2019

Aprende a pensar desde la Sabiduría





La perseverancia, el abrirnos para desprendernos de todo lo que no es, hace maravillas. ¡¡¡Sólo Dios basta!!! Sólo amar basta!!! 

Renunciar día con día, a todo cuanto puede hacernos daño en nuestra mente: miedos infundados, pensamientos negativos, pensamientos sin fe, baja autoestima etc...


El camino de la sencillez al estilo de Jesús implica descansar en la humildad, en la honestidad de intención, en el desapego, siendo "nada ni nadie" (es decir, no obsesionarse por ser alguien en la vida perdiéndose el ser maravilloso que ya se ES) prefiriendo reaccionar desde la sabiduría, caminando en amor, para que Jesús sea el que aparezca siempre.



En septiembre 2019, celebramos el primer año de nuestros hermanos: Teresa de Jesús, Raúl y Mary.
¡¡¡Muchas felicidades!!! 






Sabiduría es perseverar en todo aquello que te ayude
a ser mejor ser humano, más desprendido
más solidario, y que te invite a ser tú mismo,
ser amor, amor incondicional.


21 de Agosto de 2019. Nos alegramos con nuestras hermanitas Elfega quien recibió diploma de perseverar un año y con Gisela quien recibió (con la inscripción del Padre nuestro) su anillo de alianza que hace con ella misma, con Dios y con la creación entera quien sufre tanto por el egoísmo humano, a vivir en honestidad y solidaridad al cumplir 2 años en nuestros "Talleres para saber vivir". Te damos gracias Padre, porque tu Amor, tu Gracia y la voluntad de ellas mismas, van haciendo de su vida, una vida sin juzgar a nadie, vida honesta, tratando de amar a tu estilo, Señor.

 

Deja de pensar que no puedes llevarte bien con alguien por su forma de ser. Hemos de ser compasión, sencillez, comprendiendo que detrás de una forma de ser hay heridas sin sanar. Te ayudará el ser humilde es decir, ubicarte en la verdad y un auténtico deseo de querer aprender tú también a sanar heridas quizá desde el vientre materno y los años siguientes hasta la adolescencia...

No estamos aquí para enseñar, sino para sanarnos de la mano de Dios y de nosotros mismos y simplemente ser amor, fluir en todo y con todo siendo siempre solidarios.



Trabaja en tu autoestima sanando esa parte que llamamos "niño interior" y verás cómo nada se te hace pesado ni irrealizable en esta vida. Recuerda que no es lo de fuera lo que "mancha" es decir, lo que te impide ser amor, sino que es el interior, lo que te dices, lo que piensas, lo que decides hacer con esa o esas personas o esos hechos dolorosos.

Decidámonos a trabajar día con día sanando el interior para que ese subconsciente quede lleno de la luz del Amor de Jesús y sólo permanezcamos en esa consciencia pensando y haciendo siempre lo que Jesús pensaría y haría en nuestro lugar.











HICIERON ALIANZA CON TODO SER VIVO
QUE PADECE TANTO A MANOS DEL EGOÍSMO HUMANO. 

Diciembre de 2018













¡¡¡GRACIAS BETY POR SER COMO ERES!!!
Por tus 3 años y medio FELICIDADES!!!! 
(Desde julio de 2016)

¡¡GRACIAS IRMA por desear y trabajar en ese cambio!! 
(Desde Julio 2016)




¡¡¡FELICIDADES!!!
Rodri y Paty desde Enero de 2017



¡¡¡SOMOS SERES HUMANOS QUE BUSCAN EL CAMBIO INTERIOR. CON AMOR INCONDICIONAL
TRABAJANDO LAS HERIDAS, VALORANDO EL CEREBRO VIVIENDO DE FE ADULTA Y SOLIDARIDAD, EN HONESTIDAD Y VIVIENDO LAS EMOCIONES DESDE ESE ELEGIR SER SABIOS AL ESTILO DE JESÚS DE NAZARETH, ¡¡¡TODO SE PUEDE!!!
 




8 de Noviembre de 2017 festejamos a Maru quien cumple 2 años en esta ESCUELA DE LA FELICIDAD.

 


Lore recibe al cumplir 2 años en nuestra ESCUELA DE LA FELICIDAD, (Talleres para saber vivir) Agosto 2017 un anillo es decir, una alianza, alianza que se hace ella misma en AMOR INCONDICIONAL y que quiere expresar también a la humanidad entera, a todo ser vivo con su forma de vivir, honesta, solidaria, positiva, llena de fe adulta, de intimidad con Dios, para pasar esta vida como la pasó Jesús de Nazareth, haciendo el bien a todos. 

Para quienes creemos en ese Dios de Jesús de Nazareth, -Dios amor que nos desinstala de toda falsa seguridad y de todo cuanto nos puede hacer mal y que nosotros mismos lo provocamos con tanta negatividad, baja autoestima, egoísmo -este anillo representa renovar esa ALIANZA que Dios ha hecho desde toda la Eternidad EN AMOR, y que nos recuerda que no estamos solos en la vida, que Él siempre está ahí confortándonos, fortaleciéndonos, echándonos porras para que nunca tiremos la toalla. 

¡¡¡¡Muchas felicidades!!!!!

 






sábado, 28 de abril de 2018

Dios que nos amas

Dios de consuelo, Tú tomas
el peso de nuestras cargas y pesares,
para que podamos seguir adelante
en todo momento, llevándonos de la ansiedad a la confianza,
de las sombras del egoísmo a la luz del Amor sin condiciones.

Dios de misericordia,
concédenos saber esperar como Jesús: en tus Manos
y acoger tu mirada de amor a todo ser que respira en tu creación 
hoy tan vilipendiada, tan maltratada por nosotros los humanos.
Que queramos hacer el bien siempre que podamos
en medio de esta historia tan llena de EGOÍSMO.

Dios que nos amas,
te buscamos con confianza,
  y tu amor se abre paso
a pesar de nuestras dudas e inquietudes.
Nos habitas en lo profundo del SER.

Jesús, que eras consciente de tanta cerrazón
sabías de la gran indiferencia e inconsciencia humana
y no amenazabas a nadie, sino que perdonabas porque comprendiste.
Nosotros también quisiéramos saber perdonar
y permanecer en una total sencillez de corazón
sabiendo que si supiéramos comprender no haría falta perdonar
y viviríamos en la paz.

Jesús, alegría de nuestros corazones,
Tú derramas en nosotros tu Espíritu Santo,
Tu Espíritu de Amor incondicional,
que viene a nuestra vida a animarnos a amar como tú
a pensar como tú, a hablar como tú, a ser como tú.

Espíritu Santo, concédenos poner paz
allí donde se dan oposiciones,
y hacer perceptible por nuestra vida
un reflejo de la compasión de Jesús y del Padre
Sí, concédenos amar y decirlo con nuestra vida. Amén

Hermano Roger (Taizé, Francia) 
 




Lo que no se renueva perece


Ceder y vivir en paz o tener razón y hacer la guerra




Si te olvidas de la realidad por entretenerte en razonamientos inquisitorios, y te dejas llevar del cerebro reptil y no quieres desarrollar ser amor en lugar de gritos,de pleitos, si no te decides a vivir desde la fe adulta y tu neocortex para ser amor sin esperar nada, entonces entrarás en conflicto y provocarás la guerra. 





Ceder para ti, en muchos de los casos, será lo mejor. Para nosotras ceder en sabiduría significará que aunque la otra parte tenga su razón, no buscaremos polémica, ni activaremos orgullo herido o soberbia, ni dejaremos que la parte viceral o reptil salga a flote, sino que esperaremos el mejor momento para dialogar.




¿Cuándo ceder? Cuando el diálogo en la otra parte no es posible por la postura rígida del “yo estoy bien, tú estás mal”. La rigidez no se abre a otras alternativas, polemiza, divide. “Yo pienso así y hazle como puedas pues o piensas como yo o no hay trato. 




La cerrazón es un complejo. Lo que no cambia, perece. Nos volvemos escleróticos, nos aferramos a falsas seguridades: todo siempre igual porque el cambio nos aterroriza porque hay que aprender a mirar desde la misericordia y eso no nos gusta. No es verdad que queramos ser como Jesús porque ser como Jesús cambia todo nuestro sistema de antivalores tan lleno de orgullo, egoísmo, idolatría a nosotros mismos, necios y nada sabios.


 

¿Cuándo callar? Cuando yo también me coloque en esa postura en donde me aferro a mi punto de vista y entonces lo que sucederá ahí será un pleito enorme, un divorcio, una pérdida de empleo o vocación. Bloqueados, confundidos, nos dejamos arrasar y arrastrar por los impulsos negativos y sin fe. 






¿Cómo hemos sobrevivido en nuestra historia personal o como linaje humano? Buscando un por qué, un sentido de vida: “No he venido a ser servido sino a servir”, dice Jesús, (Mt 20, 28) sin esperar NADA a cambio. 
 





Sin pelear quién me quita el pan de mi boca, sino mirarte a ti Jesús que me lavas los pies. ¿Dónde están los pies cansados y sucios que he de lavar? He de ser ofrenda de amor dado voluntariamente al estilo de Jesús. Ser el último porque amo sin condiciones. Ser esclavo de todos porque el Hijo del hombre sólo vino a darse, a amar, a servir.


 



 Humildad. Sabiduría. CERO NECEDAD. Vivir una vida sin recompensas. Vida plena. Metanoia (Transformación). Mirar la realidad con plena atención, conmoverse ante los sucesos, el drama de lo que ocurre, encargarse de la Realidad, que no significa ser el dueño de la realidad, ni el salvador de los acontecimientos, sino elegir ser parte del flujo evolutivo, favorecerle y darle cumplimiento, siendo creador de uno mismo y estando disponible a lo que toca. Hoy toca callar, callo. Hoy toca hablar siempre con amabilidad, hablo. Hoy toca simplemente acompañar, acompaño. SIEMPRE TOCA FLUIR. No bloquear, no ser interferencia, sino puente de amor. 

 

Los pasos son pues: seguir hasta el final de nuestros días sanando cada día el interior, mirar, ver con sabiduría, buscar, y elegir formar parte de ese UNO al que Dios quiere que lleguemos: UNO EN EL AMOR. Entonces surge la energía inagotable del amor incondicional.





He aceptado entrar en quietud en el seno de mi mismo/a, porque “Se bien la Fuente que corre y mana aunque es de noche”, nos dirá San Juan de la Cruz y he recorrido el largo camino de alejarme de mis apegos y mis herencias, y aun no he terminado. Por ello, “Has  de aprender a permanecer en esa oscuridad. Vuelve a ella tantas veces como puedas, dejando que tu espíritu grite en Aquel a quien amas” (San Juan de la Cruz). “Jesús, Hijo de Dios, ten misericordia de mi”.




1º paso: Compasión hacia mí mismo/a. La práctica de la compasión, implica la práctica de sabiduría, el sanar diariamente las heridas hasta que no duelan más. Esto no quiere decir que no pasa nada, que todo está muy bien porque no es un grito de ignorancia es un grito de saber las contradicciones de la existencia. O ¿Es que cuando Jesús se inclinaba a lavarles los pies a sus discípulos uno por uno, no veía el corazón de ellos? El conocía el corazón de todos: (sus rencillas,su  gran egoísmo). Si no hay compasión es como cortarnos el lóbulo frontal de nuestro cerebro.



 

2º paso: Vivir conscientemente la realidad el único instante que tengo en la oración de Jesús.

Necesitas salir de tu confort, de tu casa para “ser un sin casa” al estilo de Jesús: “El Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza”. El criterio más importante para Jesús fue y es el Amor incondicional. “El ayuno que Yo quiero es este: que sueltes las cadenas injustas, que desates las correas del yugo, que dejes libres a los oprimidos, que acabes con todas las opresiones, que compartas tu pan con el hambriento, que hospedes a los pobres sin techo, que proporciones ropas al desnudo y que no desatiendas a tus semejantes” (Isaías 58, 6-7)



ORACIÓN DESDE LAS ENTRAÑAS

 
Señor Dios: Que todos queramos ser sanados de tanta ignorancia, que queramos despertarnos, y liberarnos del egoísmo, abriéndonos a tu amor Oh Padre, abriéndonos al amor al otro y ser libres de tanta atadura que nosotros mismos  provocamos al no querer perdonar.




¡Ayúdanos Padre! pues habiendo reconciliación en el interior humano, viviríamos todos en tu paz. Ayúdanos a ser esa balsa, ese puente para los que desean atravesar un río; que queramos ser una luz en la oscuridad, un hogar de reposo para los que están agotados una medicina sanadora para todos los que están enfermos. Una vasija de abundancia llena de testimonio de vida, de esa sabiduría que me das hasta trabajar para que cuantos más quieran, se liberen del sufrimiento provocado por el egoísmo y todos estén despiertos al amor verdadero por tu gracia. 






Mahatma Gandhi: La no violencia, la no posesión. Su clave fue: resistir la violencia, la injusticia, lo desordenado pero salvar al opresor, al injusto al violento. Extraer la violencia para que el oprimido y el opresor se encuentren. 

 

 Teresa de Calcuta resume su vida en estos pensamientos: “El fruto del amor es el servicio por los más dolientes y quizá se encuentren en tu misma casa”. Señor, cuando tenga hambre, dame alguien que necesite comida; Cuando tenga sed, dame alguien que precise agua; Cuando sienta frío, dame alguien que necesite calor. Cuando sufra, dame alguien que necesita consuelo; Cuando mi cruz parezca pesada, déjame compartir la cruz del otro; Cuando me vea pobre, pon a mi lado algún necesitado. Cuando no tenga tiempo, dame alguien que precise de mis minutos; Cuando sufra humillación, dame ocasión para elogiar a alguien; Cuando esté desanimado, dame alguien para darle nuevos ánimos. Cuando quiera que los otros me comprendan, dame alguien que necesite de mi comprensión; Cuando sienta necesidad de que cuiden de mí, dame alguien a quien pueda atender; Cuando piense en mí mismo, vuelve mi atención hacia otra persona. Haznos dignos, Señor, de servir a nuestros hermanos; Dales, a través de nuestras manos, no sólo el pan de cada día, también nuestro amor misericordioso, imagen del tuyo”




Ahora ¿seguirás 24 horas eligiendo la necedad, o decidirás comenzar o continuar por el camino de la Sabiduría de Jesús de Nazareth?








Terapia visual de pensamientos sabios 2