Dios
de consuelo, Tú tomas
el
peso de nuestras cargas y pesares,
para
que podamos seguir adelante
en
todo momento, llevándonos de la ansiedad a la confianza,
de
las sombras del egoísmo a la luz del Amor sin condiciones.
Dios
de misericordia,
concédenos
saber esperar como Jesús: en tus Manos
y
acoger tu mirada de amor a todo ser que respira en tu creación
hoy tan vilipendiada, tan maltratada por nosotros los humanos.
Que queramos hacer el bien siempre que podamos
en medio de esta historia tan llena de EGOÍSMO.
Dios
que nos amas,
te
buscamos con confianza,
y tu amor se abre paso
a pesar de nuestras dudas e inquietudes.
Nos habitas en lo profundo del SER.
Jesús, que eras consciente de tanta cerrazón
sabías de la gran indiferencia e inconsciencia humana
y no
amenazabas a nadie, sino que perdonabas porque comprendiste.
Nosotros
también quisiéramos saber perdonar
y
permanecer en una total sencillez de corazón
sabiendo que si supiéramos comprender no haría falta perdonar
y viviríamos en la paz.
Jesús,
alegría de nuestros corazones,
Tú
derramas en nosotros tu Espíritu Santo,
Tu Espíritu de Amor incondicional,
que
viene a nuestra vida a animarnos a amar como tú
a pensar como tú, a hablar como tú, a ser como tú.
Espíritu
Santo, concédenos poner paz
allí
donde se dan oposiciones,
y
hacer perceptible por nuestra vida
un
reflejo de la compasión de Jesús y del Padre
Sí,
concédenos amar y decirlo con nuestra vida. Amén
Hermano Roger (Taizé, Francia)