lunes, 9 de abril de 2018

Qué son los Talleres para saber vivir

¿Qué son los TALLERES PARA SABER VIVIR?



Son una escuela de vida, una escuela de interiorización, una escuela en donde aprendemos a ser felices, entendiendo por felicidad mantener una buena actitud; escuela de oración, lugar en donde se aprende a educar las propias emociones encauzándolas hacia lo que dignifica y construye, en donde al re descubrirse la persona misma, y al comenzar a valorarse a sí misma, al ir cambiando gradualmente, la mentalidad negativa y sin fe, a una mentalidad más profunda, más sencilla a la vez, más llena de fe y positividad, va brotando en la profundidad del ser, una capacidad auténtica de amarse y por lo tanto va brotando una capacidad de tolerancia y aceptación por la forma de ser de los demás.
A vivir, se aprende haciéndolo. Como también se aprende, a amar, a respetar, a obedecer, a mantener una actitud positiva, aún en las circunstancias más adversas. Se aprende a orar, a entrar en intimidad con Dios, que es amor gratuito, e incondicional, y que nos compromete, y nos responsabiliza, a vivir una vida honesta, y nos lanza, a ser solidarios con la creación entera, a ayudar a los demás, y se aprende haciéndolo. De ahí el nombre, “Talleres para saber vivir”.

En esta escuela de vida, en esta escuela para sanar el inconsciente y el consciente herido, con toda esta pedagogía para educar las emociones, y fomentar valores humanos y divinos, se redescubre el valor y la importancia de la fe adulta en Dios que es amor, perdón, ternura cariño. 

Dios es Dios que libera, Aquél que nos arranca, de nuestras falsas seguridades, y de todas nuestras inseguridades, ignorancias e injusticias, no eludiéndolas, sino afrontándolas y superándolas.

En los Talleres para saber vivir, aprendemos que Dios no es el “seno materno” que libra o aliena a los hombres de los riesgos y dificultades de la vida, sino que una vez creados y habiéndonos dotado en nuestra mente y corazón, de todo para vivir una vida plena, útil, solidaria, corta el cordón umbilical, y nos deja en la lucha y la conquista abierta de la libertad, y de la sana independencia, como si nos dijera: “Ahora, aprendan a ser adultos, maduros, empujen el universo hacia delante y sean señores de la tierra en el respeto profundo a todo lo creado, a todo lo que tiene vida”.

Comprendemos, que el verdadero Dios, no es pues alienador, sino libertador, que ha dado la capacidad al ser humano de ser grande, maduro, y libre de todo egoísmo, y en general, de todo cuanto pueda robarle, la libertad interior, la paz del corazón, y la solidaridad, con los demás seres humanos, y en general con la creación entera.





Estamos convencidas –como dice la Palabra de Dios en proverbios 4,23- que necesitamos responsabilizarnos seriamente del cuidado de nuestra mente, de nuestro corazón, de nuestro ser entero cuando dice: “Cuida tu corazón, más que a nada en el mundo, porque él, es fuente de vida”.

Y Jesús el Señor en el evangelio, nos deja claro que, es en el corazón del hombre, en su mente, en donde necesita cortar de tajo, con todo lo que puede destruirle la vida, a él mismo, y a los demás, cuando dice en Marcos 7, 14-23: “Escúchenme todos, y entiendan: “Nada de lo que entra de afuera, puede manchar al hombre. Lo que sale del corazón del hombre, es lo que lo mancha”.

En esta escuela de vida, de emociones, de valores humanos y divinos, hemos entendido, que todos los seres humanos, necesitamos darnos cuenta, que debemos barrer, que debemos hacer limpieza general a diario, en nuestra mente, sobre todo, en el inconsciente, de tanta herida que llevamos dentro, de abandonos, rechazos, humillaciones, traiciones e injusticias, quizá desde el vientre materno.

Hemos entendido, que todo ser humano, tiene varios tipos de depresiones: endógenas, reactivas, orgánicas, ambientales y que sobre la tierra, no hay medicamento que las cure, sobre todo sin causar otros daños, en el organismo.

Sin embargo, por experiencia sabemos, que la gracia de Dios, la fe adulta, una actitud positiva y madura ante las circunstancias, alimentarse a diario sanamente, tanto físicamente, como espiritualmente a través del estarse a solas, con quien sabemos nos ama, que es Dios; realizar ejercicio por lo menos 20 minutos diarios, leer libros, que inspiren, a una vida honesta, y plena, asumir la propia historia doliente, y fomentar el amor a uno mismo, para poder amar, a la creación entera, y amar de verdad al Señor Dios, es lo que nos hace asumir con sabiduría, no sólo lo que se sienta, al experimentar la depresión, sino que nos libera, de todo egoísmo, de la necedad, de la negatividad, por ello, de la mano de Jesús, el Señor, tratamos de tomar diariamente, esa decisión a creer en la fidelidad de Dios, teniendo esa certeza clara, del amor incondicional y gratuito, que tiene hacia la humanidad, conservando en todo momento, una buena actitud, actitud sabia, actitud inteligente, que brota del estar diariamente, en contacto con su Palabra, en esos tiempos fuertes de intimidad con Dios en la contemplación, que no es otra cosa que, amar mucho, y dejarse amar por Él.

Estos Talleres para saber vivir, nos vuelven más sensibles hacia todos quienes necesitan de una palabra de vida, palabra de aliento, de cariño; nos hacen más sensibles y por lo tanto nos solidarizamos con la creación entera y ante todo ser vivo. Para muchos y muchas significa también re descubrir el valor inigualable de Jesucristo Vivo, y Presente en el corazón, de la mano de María, la Madre de Jesús, quien nos va acompañando, con su amor de Madre. 

A los Talleres para saber vivir, a nuestra escuela para educar nuestras emociones, y activar valores humanos, y divinos, puede venir, cualquier persona, pues tenemos profundo respeto por cada ser humano, como lo haría Jesús el Señor.

Los “Talleres para saber vivir”, no son una nueva teoría, o teología, ni tampoco una doctrina, sino que, los “Talleres para saber vivir”, funcionan, a base de orientaciones de vida, puestas en práctica, basadas en la Palabra de Dios, basadas en la vida de Jesús, para ello, tenemos dos preguntas fundamentales: ¿Qué harías tú Jesús en mi lugar?, ¿Qué harías tú María en mi lugar. 

Los "Talleres para saber vivir" son una ESCUELA DE AMOR AL SERVICIO DIVINO como nos lo pide San Benito en su Regla. Se fundamentan en la enseñanza de San Benito de Nursia encontrada en la Regla que profesamos y en la inmensa riqueza de la espiritualidad monástica y los padres y madres del desierto.

Los “Talleres para saber vivir”, también son una escuela para educar las emociones así que echamos mano del conocimiento que adquirimos en la ciencia como es la filosofía que estudia al hombre no sólo desde una faceta sino de una manera integral en todos sus aspectos y la psicobiología y neurociencia cognitiva también nos ayuda y mucho.

Los “Talleres para saber vivir”, son un servicio humilde, a la comunidad que más lo necesita: todos aquellos que se sienten solos, desalentados, que no encuentran el sentido de vivir, los deprimidos, los llenos de angustia y ansiedad, los que no tienen trabajo, aquellos y aquellas, que se mueren en el resentimiento, los odios y la venganza, los matrimonios a punto de separarse o divorciarse, incluso los que ya lo han hecho, en general son, para todo aquél, aquella, que busca más intimidad con Dios, más vida auténtica, más vida honesta, que se refleje en el servicio a los demás, comenzando por los de casa, y por los más inmediatos, los compañeros de trabajo, los jefes o empleados, la gente que tratamos a diario.




Los “Talleres para saber vivir”, son eso, una pedagogía que brota de la vida misma de Jesús el Señor, que nos ha enseñado ya, cómo vivir, qué decir, y qué hacer en cualquier circunstancia de la vida.

A través de todas las etapas de formación permanente, las personas, hemos ido descubriendo, la riqueza de Dios, la riqueza del ser humano, la riqueza de la vida, la riqueza del amor incondicional que sana, que salva, que libera.

Los “Talleres para saber vivir”, tienen esa dimensión que no puede faltar, como lo es la dimensión de la cruz: por el lado horizontal, amar a los demás como Dios nos ama, amando a Dios con todo el ser y por otro lado el vertical, la vida de donde brota ese amor: la vida con Dios, la intimidad con Él las 24 horas del día unidos al Amor mediante la invocación "Jesús Hijo de Dios, ten misericordia de mi", y en tiempos específicos que apartamos a diario para “Estar con Él” en fe adulta.
 
 


Hnas Flor y Gema, oblatas benedictinas, son consultoras filosóficas de forma individual y grupal. Licenciadas en Filosofía por la Universidad Autónoma de Chihuahua, especialistas en Filosofía aplicada y psicobiología y neurociencia cognitiva. Incansables conferencistas, conocedoras del ser humano en casi todos sus aspectos. Su misión filantrópica comenzó desde 1984, hasta la fecha 2023 (Sólo que ahora lo hacen Online por la circunstancia que se vive actualmente) y es ayudar a despertar a las personas que se experimentan desalentadas, con ansiedad, angustia depresión, miedo, que ya no quieren vivir, matrimonios a punto de romper, jóvenes y niños que se auto agreden y que no encuentran el sentido de la vida, en fin, seres que sufren a manos llenas. Ayudan a transformar las crisis en oportunidades para crecer sobre todo en la propia autoestima, en la positividad en la solidaridad, en esa fe adulta y esa esperanza inquebrantable que nos hace permanecer de pie ante cualquier circunstancia por adversa que sea. Imparten hasta la fecha sus "Talleres para saber vivir".

Igualmente continúan online en su "Escuela de Silencio".

"Creemos en el Dios de Jesús nuestro Amado, que no tiene qué ver con castigos ni infiernos. Creemos en ese Padre Amoroso que nos responsabiliza con nuestra propia persona que es un tesoro porque Él ya nos dio a todos los seres humanos creyentes o no, lo que nos hace verdaderamente "humanos". Creemos en el ser humano sabiendo que cuando se quiere, cuando se despierta a la Sabiduría que habita nuestro interior, se puede ser diferente, se puede cambiar, se puede ser feliz pese a todo lo que ocurra fuera. Pues como dice Epicteto filósofo del siglo I: "No son las circunstancias externa las que nos hacen infelices, las que nos agobian, sino la mirada, la actitud que tenemos de ellas". 
 
Dios no deja de creen en NADIE. Él nos dio el SER que es nuestra profundidad y en donde habita la paz, el amor compasivo y sin condiciones, la alegría (alegrarnos en Él) es decir esa actitud vital que nos hace permanecer de pie frente a todo como María de Nazareth al pie de la cruz, la solidaridad y todas los valores que si los activamos en cada circunstancia despertamos a la vida verdadera en el HOY AQUÍ Y AHORA, haciendo el bien a todo ser que respira incluyendo animalitos y naturaleza. 

SIEMPRE ORAMOS POR ESTA CREACIÓN
¡¡¡ÁNIMO!!!
 
Hnas Flor y Gema
 oblatas benedictinas


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