Cada
enseñanza en nuestros "Talleres para saber vivir", está destinada para profundizar en el autoconocimiento, logrando así
una vida con sentido, y un estado interior en el que la paz sea posible de tal
manera que, vivas tu día a día, en la serenidad y cada vez más sufras menos,
pese a lo que venga, manteniéndote, -como
estilo de vida- en una buena actitud y una sana autoestima.
Necesitamos
querer desarrollar un ser lleno de fuerza interna, de alegría auténtica, de
amor por nosotros mismos; necesitamos una mente fuerte contra viento y marea,
venga lo que venga, pase lo que pase. Necesitamos querer desarrollar nuevos
hábitos positivos y sabios que nos lleven a tener un nuevo estilo de pensar, de
mirar, de hablar, de reaccionar, de vivir, que nos haga felices y seamos para los
demás ocasión de alegría, luz, apoyo, animándoles con el ejemplo, porque verán
que podemos poner en su lugar cada emoción, y nos estamos dando la oportunidad
de reaccionar de una nueva forma que no habíamos utilizado antes, y que es lo
que ya tenemos: la sabiduría, la vida profunda y sencilla, la inteligencia
emocional y espiritual.
¿Sabías que las emociones las
producen los pensamientos? Pues sí, es algo que nos afirma la psicobiología y
neurociencia cognitiva. Por ejemplo, cuando decimos que tal persona nos hace
enojar, o “nos saca de nuestras casillas”, en realidad lo que sucede es que
cuando ésta o aquella persona dice o hace algo, comenzamos a rechazar lo que ésta
o aquél dice o hace y así generamos un diálogo interno con nosotros mismos
diciéndonos que “eso es intolerable, inaguantable, espantoso, y entonces sí que
nos afecta. Ante otras personas más positivas, objetivas, “ésta o aquellas
persona”, le producen una emoción diferente y seguramente esas personas que
decimos que nos hacen la vida y no soportamos, hasta le parezcan agradables.
Igual pasa con la enfermedad o
con la pérdida emocional es decir que en realidad es el diálogo interno lo que
nos afecta. Y esto ya lo dijo Epicteto el filósofo griego del siglo I d.d.C:
“No nos afecta lo que nos sucede sino lo que nos decimos acerca de lo que nos
sucede”; por lo tanto si tú logras controlar eso que te dices muchas veces
como: “No vale la pena seguir luchando”, “No sirvo para nada” “Mejor sería
acabar con todo” “Este mundo es un asco” “Todos son de lo peor”, etc., vas a
poder controlar completamente tu mundo emocional. “No podemos elegir nuestras
circunstancias externas, pero siempre podremos elegir cómo responder a ellas”
Epicteto.
Creemos
que te reafirmará –si ya lo sabes- o te alegrará saber, que en ti está todo el
potencial, todas las herramientas con las que puedes y podrás -siempre que
quieras-, hacerle frente a cualquier circunstancia por adversa que sea,
volviendo siempre al equilibrio interior, al sentido de vivir, a la alegría, a
la positividad, al amor a ti misma/o, a la solidaridad. Nada de lo que buscas
(paz, unidad, alegría y amor verdaderos, confianza etc,) está fuera, sino
dentro de ti. El oasis que buscas, está en tu interior.
¿Qué es la
inteligencia emocional?
La
inteligencia emocional (IE) es esa capacidad interior que ya tenemos todos los
seres humanos, para hacerle frente a cualquier circunstancia por
adversa que sea. En nuestro interior, en nuestro cerebro, tenemos todas las
herramientas, desde la A, a la Z para vivir esta vida con sabiduría, auto
educándonos y auto regulándonos de tal forma que nuestro interior, nuestro ser,
sea el oásis, en donde siempre podemos y podamos encontrar la luz, la alegría,
la fortaleza, la sabiduría, la actitud adecuada para verdaderamente disfrutar
esta vida (pese al caos exterior) mientras llega la hora de partir.
Para cambiar hay que querer, y para ello
necesitaremos querer activar en cada circunstancia día con día, momento a
momento, esta inteligencia emocional, porque es la que nos permite y nos
permitirá tomar conciencia de nuestras emociones y elegir la que nos hace más
dignos, más humildes, más sabios, comprender los sentimientos de los demás,
tolerar las presiones que surgen en el trabajo, aceptar con paz los hechos
dolorosos que no podemos cambiar, incrementar nuestra capacidad de empatía
siendo solidarios aumentando así nuestras habilidades sociales para
relacionarnos de la mejor manera posible y así, aumentar nuestra capacidad de ser
compasivos, misericordiosos y bondadosos sabiendo que los primeros beneficiados
somos nosotros mismos.
¿Qué es
la inteligencia espiritual?
La inteligencia espiritual, es
la capacidad de volvernos a ese Ser Supremo que llamamos Dios, Padre Celestial,
Jesús, su Amor que nos habita y nos ama de tal forma que nos ha dado la
capacidad de desinstalarnos de falsas seguridades, de apegos que no
necesitamos, de actitudes que nos han destruido por tanto tiempo. Como oblatas
benedictinas que somos, hemos descubierto en la espiritualidad del desierto, en
los padres y madres del desierto, que la inteligencia no sólo espiritual sino
también emocional, se desarrolla a través de la sencilla invocación "Jesús
Hijo de Dios ten misericordia de mi", desligándonos del enojo, el
resentimiento, la ira, la soberbia, miedo infundado, ansiedad, angustia,
tristeza, tedio, sensación de depresión, antipatías etc., y de todo cuanto
pueda maltratarnos y maltratar a los demás, sumergiéndonos en un estado de
reposo o hesyquia (paz) en el que vivimos en solidaridad con todo ser que
sufre, haciendo en nuestra vida lo que tengamos que hacer para tender la mano a
todo ser vivo que lo permita, y que podamos ayudar, comenzando primero, por
nosotros mismos y los de casa pues nadie podrá dar, lo que no tiene.
Ahora
mismo, si tú quieres, dale gracias a la vida o a Dios –si Crees en Él- por esa
gran gama de posibilidades que ya tienes en tu interior y que la puedes activar,
desarrollar y disfrutar durante el tiempo que vivas aquí en la tierra. Mientras
tanto, disfruta de este viaje pensando solamente en el hoy, en el aquí y en el
ahora y haciéndote esta pregunta ante cada persona o circunstancia: ¿Qué haría
o qué diría la sabiduría en mi lugar? Y si tienes fe entonces pregúntate: ¿Qué
harías tú Jesús, en mi lugar?
Date la
oportunidad de pensar, de mirar, de hablar, de reaccionar desde la sabiduría.
Date la oportunidad de descubrir la felicidad sin agobiarte por el futuro y sin
martirizarte por el pasado doloroso que poco a poco –si trabajas en tu
interior, contigo y de la mano de Jesús de Nazareth- podrás contemplarlo como
un tiempo de aprendizaje. Date la oportunidad de irte liberando de tanta herida
que te mantiene atado/a, y que todavía te duele. Date la oportunidad de
experimentar el gozo de vivir, la paz del corazón, el poder ser solidario/a con
la creación hoy tan necesitada de amor verdadero, de cuidado, de cariño;
descubre en ti, todo un reino interior en donde se puede habitar sin prisas, a
pesar de experimentarlas; un mundo en donde la paz es posible a pesar de muchas
veces experimentar la guerra interna proveniente por una y mil causas.
Descubre la riqueza que eres
en tu interior. Comienza a valorar o a reafirmar la capacidad que tienes para
amarte de forma que crezcas segundo a segundo en amor verdadero, en sabiduría. Haz
cada enseñanza que te ofrecemos aquí para superar la depresión y permítete
activar en ti -queriendo hacerlo-, la capacidad de ser creativa/o y positiva/o
siempre, aunque a veces “parezca” que se hunde el mundo.