domingo, 15 de abril de 2018

Ayuda depresión




¿Cómo superar la depresión?....








Este mensaje que llamamos: “Cómo superar la depresión”, tiene como objetivo, darte información, de una manera sencilla, sobre qué es la depresión; qué clases de depresiones hay; cuáles pueden ser las causas y cómo superarla.



Así que comenzamos diciéndote que la depresión, es uno de los trastornos mentales más frecuentes de nuestro tiempo, y para que puedas saber si lo que tu tienes es una depresión, vamos a hacer una sencilla comparación: La depresión es como una parálisis interior, y decimos parálisis, porque sientes como que no puedes realizar tu vida normal fluídamente, es como si estuvieras muy lento, imposibilitado de tu voluntad: miras las sencillas tareas diarias, como la más pesada cruz, pues es como traer sobre si una loza, un gran estorbo que nubla la vida.





La depresión surge generalmente por experiencias dolorosas durante nuestra infancia, niñez o adolescencia, y cuando la depresión aparece en la vida adulta aparentemente "sin motivo", es que ya estaba en tu mente, agazapada y creciendo.




Cuando una persona no enfrenta ni acepta la realidad de su vida y no se adapta a los cambios que la vida tiene, entonces pierde su equilibrio emocional o mental y viene la depresión. Te puede causar depresión si te abandona la persona que amas o muere y no lo aceptas. Lo que llamamos “fracaso”, es causa muy frecuente de depresión. Así que será muy necesario para ti, poder saber la raíz de la depresión que padeces, es decir, de dónde viene o qué provoca la depresión que has tenido y que hasta hoy tienes, para poder comenzar a crecer integralmente, sano interiormente, libre de pensamientos negativos que posiblemente te vengan de heridas que has sufrido desde el vientre materno para comenzar a crecer como un ser humano excelente, como aquél que describe 
el salmo 112 (111):



"Feliz el que vive en en la paz, y en el amor siempre, pues es como una luz en la oscuridad que brilla, porque es compasivo, tierno y libre interiormente, porque maneja su vida con honradez y su corazón es generoso. No tiene miedo de nada porque sabe que su vida está en manos del Absoluto".





Mira bien: todos tenemos ansiedades producidas por nuestro organismo para avisarnos que debemos comer, tomar agua, descansar etc, pero si todas nuestras necesidades están satisfechas y la ansiedad persiste, entonces podemos decir que hay algo perturbando, molestando nuestro equilibrio emocional, es un aviso de tu propio organismo a veces acompañado de tristeza, sin sentido de vivir, pierdes el interés en muchas cosas que antes te interesaban, sientes cansancio que no te explicas, te sientes como espinado por dentro, como con un peso, una loza que te paraliza y que no te puedes quitar y mucho más síntomas.

Para que conozcas un poco mejor esto de la depresión, te decimos que hay varios tipos de depresión:

Depresión ambiental (por exceso de ruido, fertilizantes, clima, aerosoles) depresión orgánica (por virus, bacterias, o medicamentos) depresión endógena (por baja o alta de químicos cerebrales) y por último depresión reactiva (nos viene por resistir lo que nos va doliendo o hiriendo en la vida)




La depresión reactiva es las más común.

Se llama reactiva, porque surge generalmente por experiencias dolorosas durante nuestra infancia, -aún desde el vientre materno- niñez, adolescencia, juventud, adultez y vejez. Cuando la depresión aparece en la vida adulta aparentemente sin motivo, es que ya había muchas heridas acumulándose, quizá muertes de seres queridos sin procesar adecuadamente, abusos de todo tipo, una autoestima rota etc, etc, etc,. Hoy se sabe que los pequeños también padecen depresión reactiva como veremos más adelante. De ahí la importancia de asistir desde pequeños a una escuela de vida, una escuela de sabiduría. Y la más grande escuela de sabiduría es voltear nuestra mirada a la vida de Jesús de Nazareth, a la vida de hombres y mujeres sabios que han existido y que existen ahora mismo.




Este tipo de depresión reactiva, es motivada por ejemplo, por la muerte de un ser querido, el divorcio, los pleitos en la familia, los problemas económicos, el desempleo, por las heridas de la vida, es decir, por los rechazos, los abandonos, las traiciones, las humillaciones y las injusticias, y el inicio de este tipo de depresión, no tiene porqué ocurrir inmediatamente después del acontecimiento sino a veces, puede darse unas semanas o meses o años después. Cuando una persona no enfrenta ni acepta la realidad de su vida y no se adapta a los cambios que la vida tiene, entonces pierde su equilibrio emocional o mental y viene la depresión.


Lo que te recomendamos -si no crees en Dios- es que recurras a un consejero, a una consejera que no te aconseje o te "escuche", desde su vacío existencial sino que sea una persona madura en los valores humanos, que pueda guiarte por medio de terapias de auto-estima, y del re-descubrimiento de la riqueza de tu propia interioridad. También puedes hacer uso de las siguientes lecturas:

"Del sufrimiento a la paz" (Ignacio Larrañaga)/ "El arte de ser feliz" (Ignacio Larrañaga)





En lo personal te decimos que nosotras preferimos ESCRIBIR Y ESCRIBIR hasta que ya no duelan más, cada herida y poner a caminar nuestra fe, que decidir no vivir de fe. Como parte de la fe, es hacer una decisión personal, preferimos decidirnos por la fe, porque la fe ¡libera! NO TE ENGAÑA, te hace libre y puedes vivir constantemente en la verdad, despierto, despierta de fantasmas mentales, cadáveres podridos (recuerdos obsesivos de lo doloroso) que te hacen extremadamente infeliz. 




Si eres creyente, la superación y la sanación interior a todos los momentos dolorosos de tu vida, seguramente vendrá del estar con el Señor Dios en meditación, en SILENCIO SANADOR.



Por otro lado, la depresión endógena, es una respuesta a algún proceso endógeno o interno desconocido, es decir, que esta depresión endógena no es desencadenada por ningún acontecimiento externo. Simplemente se abalanza sobre la persona afectada. Por lo general, presenta ciclos temporales regulares, pueden aparecer cada seis meses y puede ser bipolar o unipolar.




La bipolar recibe el nombre de maníaco-depresiva y es cuando la persona pasa repetidamente de la desesperación o postración, a un estado de ánimo neutro, de aquí pasa a un estado maníaco hiperactivo eufórico, para volver a la desesperación, pasando por el estado neutro.

La unipolar consiste en una alternancia regular de desesperación y neutralidad sin aparición de la fase maníaca.



También puede hallarse genéticamente predispuesta la persona a esta depresión endógena si la madre es depresiva y el padre alcohólico, y sus síntomas suelen ser más graves que los de la depresión reactiva.



La depresión endógena que puede tener un origen hormonal es decir, debido al mal funcionamiento de algunas glándulas -como las endocrinas-, responde a menudo al tratamiento con medicamentos bajo estricta supervisión médica e incluso a una dieta alimenticia, rica en carbohidratos (dulces, palomitas de maíz, chocolates o también el chile como estimulante). 


Te ayudará mucho una alimentación sana y balanceada y por sobre todo, esa relación íntima en fe, en esperanza y en amor, con el Señor Dios, quien puede hacerte poder brindar a mucha gente, Su alegría, Su paz, Su libertad, Su sabiduría, pero primero necesitas querer sanar tu interior, entregarle una por una de tanta herida que todavía te duele. Puedes hacerle una gran carta a Dios, una y muchas veces, las que hagan falta hasta que veas que esa o esas heridas cada vez te duelan menos.





Depresión orgánica. Cuando se hace un diagnóstico de depresión, es importante descartar las bases orgánicas, es decir, que no sea causada por alguna enfermedad incluso tan simple como una gripe agresiva o una infección intestinal, puesto que el efecto y la conducta depresiva están asociados muchas veces a enfermedades como el cáncer o a alguna lesión cerebral o también a la acción de ciertos medicamentos o fármacos.



Pues bien, esperamos que continúes interesado, interesada, pues queremos decirte, que en este peregrinar por la vida, no estás sólo, sola; el Señor Jesús en el Evangelio te dice: “Yo estaré contigo todos los días hasta el fin del mundo” (Mateo 28, 20), es decir, hasta el día en que venga por ti. Así que antes que nada, pídele en el silencio de tu corazón allá en tu profundidad, en tu interior en donde El, está resucitado, esperándote a ti:



Jesús..mi Señor: ¡te necesito tanto...Jesús, te necesito!. Tú sabes quién soy y conoces por lo que he pasado y estoy pasando, ¡Ayúdame!. Ayúdame a encontrarte en medio de todo esto que parece que no tiene salida. Necesito fe Jesús, para confiar en ti, necesito fe para abrirme a tu amor. Jesús....Jesús...Jesús...



Gracias porque me aceptas como soy y así como estoy. Gracias por amarme. ¡te amo Jesús!. Enséñame a confiar en ti Jesús. Enséñame a conocerme a mi mismo, a mi misma. Ayúdame a aceptarme así como soy. ¡Gracias por morir por mi!. Amén.

 



Bien, pues volviendo a nuestro tema, permítenos decirte que en tus manos está querer o no querer abrirte al amor del Señor Dios y el querer o no querer salir de tus miedos, de tu inseguridad, de tu tristeza, de la depresión cualquiera que sea la causa, pues "no hay nada imposible para Dios" (Lucas 1;37). Hoy sin esperar más, en el Nombre de Jesucristo, toma la decisión de querer ser un hombre, una mujer, lleno del Poder de Dios, feliz, que no se deje llevar ni atrapar por el pesimismo y la auto-compasión porque esto te convertirá en una persona centrada obsesivamente sobre tí misma, dividida interiormente, y en una persona que no se rige por criterios de fe adulta, esa fe que confía en la fidelidad de Dios, fe que “sabe” que El, es fiel, el Único Fiel.





Por otro lado, déjanos decirte, que EL PRIMER PASO para superar cualquier, herida de la vida, cualquier proceso de duelo, cualquier tristeza profunda causada porque sabes que tienes alguna enfermedad "incurable", o porque te violaron o te dijeron siempre que tú no sirves para nada, es, aceptar el dolor que ha habido, que hay y que posiblemente haya en tu vida, pero que si continúas la marcha, el Señor te irá dando la sabiduría necesaria para vivir tus días, intensamente, porque permítenos decirte que lo único que tienes para ser feliz, no es mañana, sino éste instante, y nosotros estamos aquí, haciendo presencia en tu vida, para acompañarte, para apoyarte, para decirte que tú puedes JUNTAMENTE CON LA GRACIA DEL SEÑOR.



¿Sabes?, mucha gente se acerca a Dios, por conveniencia, o lo que es más terrible, por miedo, pero el Dios en el que creemos, es el Dios de Jesús, un Dios que es Padre, porque perdona, porque comprende, porque deja a los que se creen "santos" por ir tras aquél que sufre y llora, como tú, como yo.

EL SEGUNDO PASO para una pronta recuperación y sanación, es que te invitamos a probar cuán bueno es Él, entonces poco a poco, tu corazón se prenderá a Él con un apego sano plenamente y le amarás intensamente hasta convertirlo en el centro de tu vida, la razón por quién despertar cada día y por quién seguir adelante. El es tu Dios, tu Rey, te ama infinitamente -sin peros ni por qués-,¡Te acepta así como eres!







EN TERCER LUGAR, será bueno que NO ESPERES NADA DE NADIE, es decir, espera todo de Dios y de ti. ¡Nada más!


 





EN CUARTO LUGAR, cuando estés sólo, sola, en una libreta, platícale al Señor Jesús, a ese Ser Supremo o Absoluto, poniendo todo, pero absolutamente todo lo que te molesta; cómo sucedieron las cosas, quiénes te hicieron daño o a quiénes hiciste daño. Dile todo sin guardarte nada y al final, pídele que te haga sabio, sabia como El; suplícale que te de su Espíritu Santo y derrame en ti, su paz, su amor, su ternura, su luz, su fortaleza y dale las gracias por todo siempre.



Mi madre me decía que cuando me sintiera muy triste, mirara para abajo es decir, que no me centrara en mi dolor sino que levantara la mirada hacia otras personas que sufrían más que yo, y ¡¡Quién no sufre en este planeta!!





También, déjanos decirte que el psicólogo clínico Daniel Román, aconseja a sus pacientes recurrir a tes, a hierbas como el azahar, la tila, la valeriana, etc, que a la larga pueden producir tranquilidad en el sistema nervioso, pues una depresión causada por las heridas de la vida, no se cura ni se supera con tranquilizantes ni antidepresivos como te dijimos al explicarte las clases de depresiones, pues estos lo que hacen es mantenerte en un estado de relajación y somnoliento.



Por el momento, sólo te decimos esto, pues a medida que sigamos adelante, tu mismo, tu misma, sabrás qué hacer. Lo que sí te decimos es que nunca te auto-recetes ni vayas a donde el brujo o a las limpias y menos recurras a la desesperación pues tu vida, no es tuya, es del Señor y tú, eres especial y único para él. Tú vales ¡UN TESORO! y tu vida tiene un propósito, pero tienes qué querer descubrirlo. ¿Sabes?,tú estás en este mundo por puro amor de Dios, haya sido como haya sido la manera como fuiste engendrado e independientemente si eres adoptado o ¡qué se yo!, pero lo que sí se, es que tu misión será y es, ser pleno interiormente, como lo fue Jesús.



!Qué más da lo que piensen de ti los demás!...que si no te aceptan, que si no te aman, que si te critican, ¡Te ama Jesús...te ama el Padre!, y estamos aquí, contigo, haciendo nuevamente presencia en tu vida.





Cuando estés más desesperado, desesperada comienza a decir: “Tú Jesús eres mi luz y mi salvación, ¿A quién podré tener miedo?. Tu Señor defiendes mi vida, ¿quién podrá hacerme temblar?. Aunque mis pensamientos negativos se junten para destruirme no les haré caso, mi corazón no tiene miedo pues yo permanezco tranquilo en tus manos mi Señor. Señor, mi única ayuda sincera eres tú y se que aunque todos me abandonen, tú Señor te harás cargo de mi. Jesús, dame valor, ánimo y confianza en ti. Jesús, dame valor, ánimo y confianza en ti. Jesús, dame valor y confianza en ti. Gracias Jesús. Amén”.





También puedes abrir la Biblia que tienes en casa. SI LO HACES EN TU BIBLIA, ve al Antiguo Testamento en "Salmos" y busca el Salmo 27 (26). 
Mira que sean los dos números: el que está fuera del paréntesis y el que está dentro.



Para los demás libros de la Biblia, los capítulos son los números grandes y los números pequeños son los versículos.



Cuando ya lo tengas frente a ti, abriéndote sinceramente a la gracia de Dios, baja al corazón el salmo, es decir, léelo lentamente y detente en la frase que más impacte tu alma, y pronúnciala interiormente con todo tu ser, una y otra vez, cada vez como si fuera la única vez que lo haces, dejándote amar por Dios, hasta que el contenido de la frase, y su gracia, inunde tu ser.






POSIBLES CAUSAS POR LAS QUE APARECE LA DEPRESIÓN



Tienes tristeza profunda, ese estado de ánimo pesado y afligido que te provoca vacío, melancolía profunda, nostalgia profunda.



Tienes la sensación de estar muy lento, pesado, lenta, inquieto, inquieta con incapacidad de permanecer quieto, quieta.



Te sientes poca cosa o nada o la culpa se te pone como una nube negra y te obsesiona.




Tienes mucho más hambre o mucho menos hambre, tienes mucho más peso o mucho menos peso. (Aunque esto puede ser por otras causas también)



Compras compulsivamente, es decir que en una tienda compras y compras lo que ni necesitas.



Tienes ideas de muerte, de suicidio, incluso lo has intentado. Ves todo de color gris o negro, es decir todo lo ves negativo.

Tienes dificultad para concentrarte, para razonar para memorizar o para tomar decisiones.




Tienes insomnio o exceso de sueño.



Tienes pérdida de energía o sensación de cansancio continuo.



Pierdes el deseo de salir fuera, no deseas ver a casi nadie (tienes impulso de fuga), sólo a aquella persona que te hace sentir bien y te sirve de apoyo.



También puedes tener dolor de cabeza, otros dolores, problemas digestivos, pesimismo o desesperanza, ansiedad o preocupación, angustia, deseo de llorar por cualquier motivo.




Te sientes víctima y crees que nadie te comprende.

Estás muy irritable, tanto que reaccionas y haces cosas de las que te arrepientes, estás muy inestable..



El pensar y creer tu mismo, tu misma, que nada vales, que no sirves para nada, que mejor sería morir o nunca haber nacido.



El pensar y creer que eres feo, fea, gordo, flaco, alto, chaparro y por eso mereces rechazo o humillación o ser abandonado.



El no aceptar tu temperamento gritón, enojón, tímido, sensual, avaro, etc.



Culpas del pasado o del presente. ¡Alégrate!, porque las "culpas" no existen. Existen las CAUSAS. Ya en otro tema que llamamos "De la angustia a la paz" tocaremos este punto, por eso no te pierdas nuestro tema mensual.

Tienes dependencias afectivas conflictivas como cuando piensas que no puedes vivir sin la compañía o sin la aprobación de cierta persona.




Tu mente te saca de la realidad, del momento presente, del instante y fantaseas mirando tu pasado desde una mirada fatalista y frustrante y tu futuro lo vuelves incierto, causándote más y más angustia.



Piensas y crees, que eres incapaz de salir a trabajar, incapaz de estudiar una carrera porque ya eres mayor, o porque te encuentras con tu impotencia ante ciertas materias que con perseverancia y paciencia lo superarías; crees que eres incapaz de salir adelante.



Piensas que vas a llegar a viejo y tal vez te quedes sólo, sola, quizá en un asilo o en la calle.




No te adaptas ni te abres a situaciones nuevas porque te aferras al pasado.



Tienes dificultad para comunicarte con los demás posiblemente por tu temperamento enojón o porque cuando eras pequeño, pequeña, alguien te dijo "Mira qué voz tan fea" "Eres un tonto, una tonta", o simplemente, eres muy tímido, tímida.



Tienes temor al mañana y te obsesionas por juntar dinero o querer más del que necesitas para hoy.



Tal vez no tuviste una educación buena en tu hogar.

Tal vez ni tuviste hogar o tus padres te abandonaron, te rechazaron, te maltrataron, o incluso hasta abusaron de ti.

Quizá alguien te manoseó, te violó, te etiquetó por ver errores en ti y te dijo: “tú no sirves para nada, me molesta tu forma de ser”.




Tu conciencia está en conflicto por lo que haces.

Tienes miedo a la soledad, a la enfermedad, a la muerte.

Te ha afectado mucho la muerte de un ser muy querido porque no lo aceptas.



Te divorciaste, te separaste, te dejaron o tú dejaste.

Tienes una enfermedad incurable, rara que los médicos no saben qué es o tienes gripe o estás enfermo del estómago, sencillamente estás enfermo.



Te paraliza, te aterra pensar que alguien muy querido para ti, muera o sufra un accidente.




Hay tensión en tu hogar con tu esposo, con tu esposa o alguien.



Creías que el sexo te iba a realizar como ser humano y te encuentras vacío, vacía.



Te sientes impotente para enfrentarte a un trabajo o a estudiar, eres inconstante, te cuesta perseverar en algo.

Te sientes víctima de una injusticia o de una calumnia y no lo aceptas.



Hirieron tu amor propio y hay en tu mente hechos que no se realizaron como tu esperabas o querías y esto te frustra por no aceptarlo.



Te sientes frustrado, frustrada porque no te casaste y no valoras el hecho de permanecer soltero, soltera, viviendo intensamente para el Señor Dios ayudando a quien más lo necesite. (Hay tanta gente que necesita tan sólo el ser escuchado...).




Tienes defectos físicos congénitos o los adquiriste después.

Pasas por una situación económica crítica. 
Tienes deudas que no has podido pagar.

Envidias el nivel social de otros y no aceptas el tuyo.

Tienes mucho dinero pero tienes vacío de vida o vacío existencial.

Crees en el espiritismo, los médium, la brujería, el ocultismo en sus muchas formas, la ouija, ¿Sabes?, hacer esto, te hará caer en el desequilibrio mental y hasta en la locura. Por otro lado, quien a Dios se fía, no puede volverse loco y nada le falta, vive en su paz.



Crees que se va a acabar el mundo ya. (El mundo se acaba cuando tú mueres).





Te deprime convivir con una persona de carácter irascible, violenta o abusiva o voluble es decir, hoy te saluda, mañana ya no, pero ¿Sabes?, como yo, como tú, también él o ella o ellos o ellas, están heridos y ese comportamiento es una máscara para no quebrarse ante la vida, es una manera de darse "seguridad" aunque de una manera muy errada.

Te están saliendo arrugas, canas, se te cae el pelo.

Amas y no eres correspondido.

Te usan, te pegan o tu usas, pegas, gritas.

Sufres desilusión, deslealtad, decepción.

Tienes carácter melancólico.

Piensas que te están persiguiendo, vigilando o que te quieren hacer daño.

No tienes aparente apoyo en tus problemas.

No tienes empleo o te cuesta conseguirlo.

Tienes neurosis dominicales, es decir que los fines de semana sientes tristeza aguda, tedio, vacío o miedo a la soledad.




Sientes temor ante cualquier autoridad y no puedes someterte a ninguna.(Este comportamiento tiene cierta "justificación". En otros temas lo veremos, cuando tratemos las heridas como la de la injusticia)

Te preocupa exageradamente tu familia.

No puedes dejar de depender de tus padres y ya eres un adulto, adulta. (Por otro lado, si están solos y enfermos, no dudes en procurarles el bien).

Sientes grave preocupación por no haber cumplido una promesa o compromiso.

Tienes temor a alguien que conoce un secreto tuyo, pues podría chantajearte. (Si obras conforme a la verdad, NO TENGAS MIEDO DE NADA, NI DE NADIE).





Has descubierto que un hijo tuyo es LGBT. Todos, creyentes o no, somos inmensamente amados por Dios. Nos ama exactamente así como somos. Dios nos ama incondicionalmente y a nadie rechaza. Todos somos valiosos!

Se pierde el interés de actividades que acostumbrabas y te llenaban o ayudaban.

No sabes qué hacer con tu vida.

Dice la Asociación Americana de Psiquiatría, que si tú tienes cinco o más síntomas de los que hemos señalado, por un período no menos de dos semanas es decir, durante dos semanas, entonces es que tienes una depresión mayor.

La lista de motivos que causan depresión, no terminaría, pero por ahora piensa detenidamente en esto que acabas de escuchar y mira reconociendo positivamente, cara a cara, aquello que te produce depresión, NO PARA ABRIR TUS HERIDAS, SINO PARA CURARLAS Y PUEDAS SALIR ADELANTE.





Esto, hazlo no sólo, sola, sino de la mano de Jesús tu Señor y Dios, pues entre más finjas que “no pasa nada” o entre más rechaces lo que pasa por tu mente, más se te fijará en tu subconsciente, pero si al contrario, enfrentas eso que te martiriza cogiéndote bien de la mano de Jesús y permitiendo que El, con su amor infinito sane una por una de tanta herida, entonces sí, poco a poco irán desapareciendo de tu subconsciente y te irás experimentando más aliviado, aliviada, más libre, más realizado, realizada, más feliz, Y PARA NOSOTROS, SER FELIZ, SIGNIFICARÁ SIEMPRE: SUFRIR MENOS, DISFRUTAR EN SENCILLEZ Y EN HUMILDAD, EL INSTANTE, EL AQUÍ Y EL AHORA, EL HOY, trabajando con paz, con alegría que viene de saber en Quién tenemos puesta nuestra confianza, nuestra vida.

SI ESTÁS A PUNTO DE ABANDONAR TU LECTURA, TAL VEZ, DESCANSA Y CONTINÚA MAÑANA, PERO NO DESISTAS.



SI AÚN QUIERES CONTINUAR LEYENDO....



Déjanos platicarte un detalle sobre esos hombres y mujeres que se retiraron a la soledad y al silencio del desierto -los ermitaños- para dejarse amar por Dios, para orar, PARA APRENDER A VIVIR, PARA APRENDER A AMARSE A SÍ MISMOS Y A LOS DEMÁS Y POR SUPUESTO AL SEÑOR DIOS, (pues dice el evangelista Juan, que quien no ama está muerto y que quien odia a su hermano -su prójimo- es un asesino, y que si alguno dice "Yo amo a Dios" y al mismo tiempo odia a su hermano, es un mentiroso, pues si uno no ama a su hermano -prójimo- a quien ve, tampoco puede amar a Dios a quien no ve")( 1a Juan 3,14-15; 4, 20), nos enseñan lo siguiente:



“La infinita tristeza, la depresión, aparece unas veces por la frustración de los deseos y otras veces, como consecuencia de la ira, del enojo. Otras veces, la mayoría, aparece por las heridas de la niñez o adolescencia”. Evagrio Póntico nos enseña que una dependencia exagerada del mundo, puede causar honda tristeza. “La tristeza, la depresión -dice- estrecha el corazón humano, lo estrangula, lo sumerge, y pone el pensamiento en el pasado, y la mirada clavada en el pasado, nos hace ciegos al presente”.





Los padres del desierto consideraban la ira, la tristeza , la codicia, la avaricia etc, la depresión, como un “demonio”, un enemigo al que decían: “En nuestro interior, el Señor está con nosotros y Él es quien ahuyenta y vence a los demonios (es decir, a todo cuanto nos puede destruir como el egoísmo, la soberbia etc). Pensaremos y tendremos siempre presente que los enemigos no nos harán nada porque el Señor está con nosotros”. Es decir, que los "enemigos" para mi, para ti que lees, serán: la incredulidad, la soberbia, el resentimiento, el rencor, la envidia, la mentira, el no querer abrirnos al amor del Señor.

Los grandes espirituales, Jesús mismo, recurrieron a la oración, además de ir a adorar al Señor y además de dejarse amar por El, para que la gracia del Padre, les levantara de la depresión tan terrible que era causada por una y muchas causas. Escucha la Palabra del Señor en Marcos 14,32-42:

“Luego fueron a un lugar llamado Getsemaní. Jesús dijo a sus discípulos: siéntense aquí mientras yo voy a orar. Y se llevó a Pedro a Santiago y a Juan y comenzó a sentirse muy afligido y angustiado. Les dijo: "Siento en mi alma una tristeza de muerte. Quédense ustedes aquí y permanezcan despiertos". En seguida, Jesús se fue un poco más adelante, se inclinó hasta tocar el suelo con la frente y pidió a Dios que a ser posible no le llegara ese momento de dolor. En su oración decía: “Padre mío, para ti todo es posible, líbrame de este trago amargo, pero que no se haga lo que yo quiero sino lo que quieras tú.”




Luego volvió a donde ellos estaban y los encontró dormidos. Le dijo a Pedro: Simón, ¿estás durmiendo?. ¿Ni siquiera una hora pudiste mantenerte despierto?, manténganse despiertos y oren para no caer en tentación. Ustedes tienen buena voluntad pero su cuerpo es débil. Se fue otra vez y oró repitiendo las mismas palabras.” (Marcos 14, 32-42)

En el libro de Números 11,11-15, encontramos que también Moisés conoció la crisis de la depresión: “Moisés se disgustó y le dijo al Señor: Si vas a seguirme tratando así, mejor quítame la vida, si es que de veras me estimas. Así no tendré que verme en tantas dificultades”.

Y el Profeta Jeremías, desde su honda depresión exclama en el capítulo 15 versículo 18: “¿Por qué mi dolor nunca termina?. ¿Por qué mi herida es incurable, rebelde a toda curación?. Te has vuelto para mi Señor, como el agua engañosa de un espejismo”.

 

En Job 7,3-16 lo escuchamos decir: “Me ha tocado vivir meses enteros de desengaño, noche tras noche de sufrimiento. Me acuesto y la noche se me hace interminable. Me canso de dar vueltas hasta el amanecer y pienso: ¿Cuándo me levantaré?. Sería mejor
Señor que me estrangularas, prefiero la muerte a esta vida. No puedo más. No quiero seguir viviendo.” Y en el capítulo 30 versículos 16 al 31 expresa la experiencia de la noche oscura de la depresión: “Ya no tengo ganas de vivir, la aflicción se ha apoderado de mi. El dolor me penetra hasta los huesos. Sin cesar me atormenta por las noches”. En el capítulo 10, 18 dice al Señor Dios: “¿Por qué me dejaste nacer? “ y Job, llega a maldecir el día que nació diciendo: “Maldito el día que nací”.







El apóstol Pablo Pablo, aún habiendo naufragado y aunque fue rechazado, enfermizo, azotado, encarcelado y más cosas, en su carta a los Filipenses 3,6.7 nos dice, te dice hoy a ti:

“No te aflijas por nada sino preséntale todo a Dios en oración y Dios te dará su paz que es más grande de lo que el hombre puede entender y esta paz, cuidará tu corazón y tus pensamiento porque tú estarás por la fe, unida, unido a Cristo Jesús”.







INTIMIDAD CON DIOS




En unos momentos de intimidad con el Señor, toma una actitud orante, bien sentado, sentada. Respira suave y lento y al ir leyendo LENTAMENTE, escucha con los oídos de fe adulta, lo que hoy te dice el Señor a ti especialmente:

¿Quién eres tú para dudar de mi providencia y mostrar con tus palabras tu no fe?. Yo le puse límites al mar y le dije: Hasta aquí llegarás y de aquí no pasarás; aquí se romperán tus olas arrogantes, creídas. ¿Alguna vez en tu vida, has dado órdenes para que salga la aurora y amanezca el día?. (Y tú, en la sencillez del amor, dile en tu corazón al Señor, en silencio)




“Yo se que tú lo puedes todo y que no hay nada que no puedas realizar. ¿Quién soy yo para dudar de tu providencia mostrando así mi no fe?. Hasta ahora sólo de oídas te conocía, pero ahora te veo con mis propios ojos, ojos de fe, por eso, en este momento Señor, te entrego todo, todo mi ser. Acepto y reconozco que yo no soy un imposible para ti. Tú me conoces, tú sabes por todo lo que he pasado, Tú sí sabes lo que me ha herido en lo más hondo. Tú me amas mi Dios. Tómame mi Señor. Tómame así, como espinado, espinada y transfórmame en una nueva criatura, libre en ti y para ti mi Señor.


Mi alma está pegada al polvo, reanímame con tu palabra. Tú mi Señor, sabes el origen, la causa de mi depresión. ¡Ayúdame!, muéstrame Señor tu amor y salvación. Confío, creo en tu Palabra. Sálvame pues soy tuyo, tuya. Tú Señor eres todo lo que tengo. Señor, es muy grande tu ternura, dame vida por tu amor. Amén”.






TIPS PARA MEJORAR LA DEPRESIÓN



El Señor Dios, en toda la Sagrada Escritura, nos enseña y nos invita a no tener miedo a nada ni a nadie. Así que en el nombre de Jesucristo te decimos: NO LE TENGAS MIEDO A LA DEPRESIÓN, NO LE TENGAS MIEDO A NADA. NO TENGAS MIEDO A LO QUE SIENTAS, PORQUE TU NO ERES LO QUE SIENTES. TU NO ERES LA DEPRESIÓN.

Tú eres un ser humano en el que Dios N.S. ha derramado todo su Espíritu y al que ha regalado el don de la fe. Sólo necesitas querer creer en El; sólo necesitas querer dejarte salvar por El; sólo necesitas querer dejarte amar por El.

Es verdad que cuando uno está en lo más hondo de la depresión sentimos que no se puede hacer nada, pero a pesar de sentir lo peor, a pesar de haber llegado hasta el fondo de las aguas, a pesar de sentirte en el polvo de la muerte, fíate de Dios y desde ahí dile una y otra vez: “Misericordia Jesús misericordia, que mi alma se refugia en ti. Me refugio a la sombra de tu amor, mientras pasa la calamidad”.




En la fortaleza de Jesús, comienza a levantarte. Pon un audio de pláticas o de alabanzas o música hermosa que aumenten tu fe para que tu mente se salga de sí misma y comience la fe a iluminar tu ser. No te pongas metas a largo plazo es decir, que sólo hagas lo que tienes qué hacer en el instante. Si en ese momento, lo que tienes qué hacer es bañarte, báñate ocupando tu mente en decirle al Señor: “Misericordia Jesús misericordia, que mi alma se refugia en ti. Me refugio a la sombra de tu amor, mientras pasa la calamidad”.

Has lo mismo si tienes qué hacer tu trabajo: comienza por una cosa a la vez y no pienses en todo lo que tienes qué hacer en todo el día o en la semana o en el mes o en el año o en toda tu vida, pues ¿Quién está seguro de llegar a la noche?.




Ocúpate por vivir el instante que tienes y reflexiona en los siguiente: La depresión, además de otras causas, viene por las heridas de la vida. Todos, unos de una manera otros de otra, hemos recibido heridas y a veces terribles. Nuestro interior sangra y sangra porque resistimos a todo lo que nos ha pasado. No aceptamos ni el pasado ni el presente y le tenemos miedo al futuro, pero hoy, aquí y ahora, te recordamos que Dios, el Padre que es perdón, ternura, cariño, delicadeza, bondad, misericordia, amor, pureza, ha respetado la libertad de quienes te hirieron y ha respetado tu libertad también.




El nos ama a cada uno de sus hijos así como somos y da el sol y la lluvia a buenos y malos. Nos ama porque El es el amor perfecto y verdadero y nunca ha querido el mal para nadie, el mal para ti. Por eso nos ha enviado un Salvador: Jesús, su Hijo Amado quien sufrió por ti y murió por ti y por amor al Padre quien lo resucitó y está vivo en tu corazón. Sólo necesita que tú quieras abrirte a su amor. ¡Ábrele tu ser entero, no lo pienses más!. No pienses en lo que sientes sea cual sea la causa de tu dolor. En el nombre de Jesucristo, levántate y con su poder sanador, deja que El, que sí puede, haga de ti, una criatura nueva y libre. Entrégale tu pasado, deja que El sea tu futuro y vive cada instante del presente en El. Deja que El haga de ti, un instrumento de su paz. Amén.


Terapia visual de pensamientos sabios 2