¿Qué significará leer y vivir la Regla de San Benito hoy, aquí y ahora, pensar con una mente
monástica y vivir la vida más como un don que como una batalla?
1.-
La espiritualidad benedictina, es un camino del SER en medio de las
actividades de la vida, tratando de no descuidar ningún aspecto, viviendo equilibradamente sin agobios sino más bien tratando de
vivir a Jesús en el corazón y quien fue amor siempre sin condiciones, pues no se trata de "cumplir la ley" sino de SER AMOR a cada instante, siendo libres y
responsables. Orando en el SER en tiempos específicos y en todo tiempo, cuidando siempre sobre todo al estar con las personas, con los animalitos, que se refleje el Amor que "oramos" "Ora et labora" es decir: ORA Y HAZ TODO CON AMOR.
2.-
La espiritualidad benedictina, es ser evangelios vivientes. San
Benito llama a su regla en el capítulo 73,8
“una pequeña regla para principiantes en la vida espiritual y no un
manual para aprender más cosas sobre Dios".
Esta "pequeña Regla para principiantes", es para quienes con intención sincera buscan al Señor de todo corazón; personas quien quiera que sean: amas de casa y esposos, maestros, profesionistas, para monjes y laicos, niños, jóvenes, adultos, para todos.... y como él dice: " para todos los que buscan esta escuela del Amor Divino".
Esta "pequeña Regla para principiantes", es para quienes con intención sincera buscan al Señor de todo corazón; personas quien quiera que sean: amas de casa y esposos, maestros, profesionistas, para monjes y laicos, niños, jóvenes, adultos, para todos.... y como él dice: " para todos los que buscan esta escuela del Amor Divino".
La Regla nos lleva a tener una conciencia contemplativa de que
sólo el Amor a Dios y a su Creación vale como criterio sano para vivir la vida. Pues si la vida de un benedictino de una benedictina monje y oblato/a es hacia "dentro", es porque hacia "afuera" se tratará de ser simplemente AMOR.
3.-
La Regla nos muestra claramente que la vida no es vivir egoísta e
individualmente basándonos en los
caprichos personales o de "sentir" a Dios entre aromas y visiones, sino que es
acoger la sabiduría de los otros que nos proporciona valor y ayuda para
examinar minuciosamente nuestras opciones a la luz de sus valores y su coraje
de vivir.
4.-
La Regla de San Benito nos enseña a vivir en la humildad de Jesús,
reconociendo los dones de cada uno, poniéndolos al servicio de los que lo
necesiten, sean seres humanos, animalitos, naturaleza.
Podríamos
resumir que la Regla de San Benito no es una fórmula de santidad semejante a un
plan de crédito: compre ahora, pague después. Tú que escuchas, permítenos decirte
que la Regla te invitará a madurar, sobre todo eso de ser santos y ser santos será: AMAR A MANOS LLENAS, como Jesús, pero tu necesitarás querer cambiar, comenzar un proceso en serio de ir puliendo tu interior a la luz de Jesús, a la luz de su Espíritu, sanando heridas.
En
el capítulo 72 de la Regla, San Benito nos previene del “entusiasmo que pasa es
decir el entusiasmo falaz”, nos previene del fanatismo y del absolutismo que
hacen de la religión un instrumento de opresión en contra de nosotros mismos y
de los demás. Y en el capítulo 73, 8 y 9
nos dice: Tú, quien quiera que seas, que corres hacia la patria celeste, vive con la ayuda de Jesús esta regla escrita para
que finalmente llegues, con la protección de Dios, a las cumbres del AMOR SIN CONDICIONES.
Queremos
terminar dejándote un viejo cuento monástico. Escucha: El anciano
dijo al hombre de negocios: Así como el pez perece en tierra seca, tú pereces
cuando te dejas enredar por el egoísmo. El pez debe regresar al agua y tú necesitarás querer
regresar a tu interior en donde el Amor Verdadero te habita. El hombre de negocios inquieto le pregunta: ¿Estás diciendo
que debo dejar mi negocio? El anciano dijo:
Definitivamente no. Te estoy diciendo que te mantengas en tu negocio y entres
en tu corazón.