La teoría del flow o del fluir
La teoría del flow o teoría del flujo o fluir como fluye el riachuelo, se la debemos al psicólogo norteamericano Mihaly Csikszentmihalyi. No se trata de una mera experiencia que nos hace sentir bien. Entrar en flow (estado de flujo) implica sacrificar los recursos que solemos destinar a la atención periférica: como lo es el reaccionar desde la inconsciencia, los impulsos, lo primero que pensamos y llevar la atención en otra dirección centrada y sostenida como una especia de “sacrificio” u oblación u ofrenda que redunda en bienestar emocional que no solo nos da plenitud a nosotros mismos sino que la creación también se beneficia. Por ejemplo: si de pronto siento la sensación de tristeza por el sueño que tuve casi al despertar, o por el pleito que hubo el día anterior, o me vienen recuerdos dolorosos del pasado, o por la propia negatividad, o no hacen lo que yo quiero, o me avisan que mi ser más querido ha muerto en un accidente, etc, fluir aquí sera: dejarse llevar EN LAS MANOS DE DIOS QUE ES TODO AMOR y confiar. Fluir será entregarse a la vida, al amor. Será ser sabio, sabia. Fluir será despertar de la inconsciencia y entrar en la dinámica de la sabiduría que nos da nuestra consciencia y la fe adulta.
Fluir es entregarse en amor incondicional amando con todas las entrañas a la creación entera, a todo ser vivo maltratado por el egoísmo humano y unirme en AMOR sin permitir que las emociones me "secuestren" impidiendo que fluya la paz que Dios me da y que me hará fuerte. Al fluir, podemos vivir cualquier circunstancia que hayamos provocado por interpretar desde el miedo, el resentimiento, la envidia, los celos, la avaricia, la inmadurez, entrando en esa dimensión cerebral en donde vuelvo a ser consciente de que soy Amor de Dios y mi vida tiene el total sentido de la SOLIDARIDAD.
Existen varias dimensiones necesarias para que se dé la experiencia de fluir. Es necesario contar con un objetivo definido: el ser solidarios hasta el último suspiro que tengamos. El reconocer que soy Amor, que vengo del Amor del Padre Celestial.
Fluir requiere que poco a poco (al principio como actos aislados hasta hacerse un estilo de vida), queramos vivir el único instante que tenemos: el hoy, el aquí y el ahora.
Fluir es entender que la mayoría de los miedos son infundados, que el fracaso no existe. Fluir es vivir en consciencia poblada de fe adulta, vivir amando sin pensar egóicamente rumiando: y "es que a mi y por que a mi y es que solo a mi" porque nos sumergimos en la dimensión del amor sin condiciones en donde la ansiedad y la sensación de enojo, el egoísmo y depresión se difuminan.
Nos abrimos en la libertad gloriosa de Dios y abrazándonos a Jesús y a la creación, hacemos ese fluir del riachuelo porque si, porque es el estilo espiritual de vida que hemos elegido por el simple hecho de que ya somos Amor.
La psicología positiva y la filosofía aplicada le llama: La química del fluir con la vida
¿Pero qué es en realidad lo que nos sucede cuando fluimos? Las investigaciones nos dicen que es una experiencia psicológica más que física aunque beneficia totalmente al cuerpo, a las células. Y nuestro cerebro y su funcionamiento tienen mucho que ver en esto. Se han identificado diferentes áreas involucradas en el estado de Flow.
Nuestra corteza prefrontal es la encargada de evaluar riesgos, planificar, analizar pensamientos, suprimir los impulsos, solucionar problemas y tomar decisiones. Hay una zona en este área asociada a sentimientos negativos hacia uno mismo, la corteza prefrontal media.
Esta última, junto a la amígdala que es la que procesa los sentimientos negativos surgidos de las experiencias, ambas, quedan desinhibidas cuando entramos en estado de flujo. La distorsión del tiempo se da en el lóbulo parietal. Por el contrario, el área cerebral asociada a la motivación, como lo es parte del núcleo acumbens, se activa cuando entramos en flow. De ahí que nos experimentemos en plenitud, en libertad en el equilibrio emocional.
También parecen activarse áreas vinculadas a la percepción de control que tenemos en estado de flujo. Se estimula la producción de endorfinas, como en la meditación, y se reduce con ello el miedo y se crea sensación de euforia. Lo importante en este punto es tampoco dejarse llevar por esa euforia.
Aumenta los niveles de GABA, un neurotransmisor que amplifica la concentración al disminuir la percepción de los estímulos exteriores. San Juan de la Cruz habla en su camino al Monte para venir a la unión con Dios, sobre "no hacer caso de nada, ni apegarse a nada". No se trata de ser indiferentes, ni de sentir o no sentir. Se trata de fluir. Juan de la Cruz habla del pájaro solitario de los bosques que se va a lo más alto del pino o la montaña, para tener otra perspectiva de las cosas......ahí esta el fluir
Es lo que dirá el salmista que fluye en la Gracia de Dios:
Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte -que lo diga Israel-. Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando nos asaltaban los hombres, (nuestros propios pensamientos egoístas, indolentes, llenos de heridas sin sanar, juicios vacíos e inquisitorios etc)
nos habrían tragado vivos:
tanto ardía su ira contra nosotros.
Nos habrían arrollado las aguas,
llegándonos el torrente hasta el cuello;
Nos habrían llegado hasta el cuello
las aguas espumantes.
Bendito el Señor, que no nos entregó
en presa a sus dientes; (por la fe adulta que no se basa en emociones que hoy están y mañana ya no y el inmenso amor de Dios quien ya nos dio todo en nuestro cerebro, en nuestro ser para ser como Jesús, para ser personas realizadas, felices, ligeras de equipaje) hemos salvado la vida, como un pájaro de la trampa del cazador: (la depredación, el ego) la trampa se rompió, y escapamos.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.
Dedícate a Fluir, a ser, a amarte y a amar a To do ser vivo, te guste o no. Te recordamos que el gusto no es criterio seguro para regir tu vida. La fé adulta y el amor sin condiciones si. Que tengas un día hermoso.
ob