jueves, 25 de abril de 2024

Ponte en el cerebro del otro


“PONTE EN EL CEREBRO DEL OTRO”

Para los y las de corazón sencillo…. 

"Si supiéramos comprender no haría falta perdonar y viviríamos en la paz" (Padre Ignacio Larrañaga)

 

Cuando estamos frente a una o varias personas, vemos caras, unas con actitud positiva, otras no tanto y otras muy tristes o deprimidas; también vemos rostros amables, sin expresión o enojados. Y tendemos a juzgar, y hasta nos atrevemos a meternos en la conciencia del otro, de la otra. Y es que "caras vemos, interiores humanos no sabemos". 

 Deseamos que esta reflexión te ayude a conocer mejor tu propio cerebro, todo el don maravilloso que eres, y que tú, día con día, quieras trabajar en tu interior, para cada vez más, dejar traslucir tu ser, lo que ya eres (Amor de Dios) y dejes de ser lo que has llegado a ser por no saber o no querer cambiar (egoísmo, pleitos, mentira, deshonestidad etc.) ¡¡¡Dios te ha dado ya todo el potencial para hacerlo, sólo necesitas querer!!!

 

El cerebro humano consta de tres formaciones o cerebros independientes. Cada uno de estos cerebros posee su propia inteligencia, su propia subjetividad individual, su propio sentido del tiempo y el espacio y su propia memoria, además de otras funciones. Somos instintivos, emocionales, intuitivos, racionales y planificadores. Podemos llegar a ser grandes espirituales, aquellos que aman al estilo de Jesús, de María la madre de Jesús y de tantos y tantas que nos dan ejemplo de AMAR SIN CONDICIONES.

 

CEREBRO REPTILIANO

El Cerebro Reptiliano: Nace con los primeros invertebrados. Es lo que entendemos por mente instintiva no consciente. Regula los elementos básicos de supervivencia: auto-preservación, es primitivo, depredador, viceral, agresivo. Reacciona ante el peligro: nos hace actuar (pelear por o para) o huir, nos avisa ante el peligro inminente, nos mantiene en la inseguridad y con él, marcamos nuestro espacio territorial. Si nos dejamos gobernar por esta reptibilidad, fácilmente podemos caer en adicciones a algo o a alguien ya que se trata de sólo instintos y reflejos, de estímulo y reacción.

El cerebro reptil, no tiene capacidad ni de pensar ni de amar. Se puede decir que es a esta área cerebral inconsciente o subconsciente a donde van a dar los golpes duros de la vida y en donde se desarrollan los “traumas” o golpes por heridas de la vida y que es aquello que determina la mayoría de miedos y fobias que conforman la mente reactiva, la cual, en algunas ocasiones, lleva al ser humano a comportarse como un animal salvaje. 


Este sistema es rígido, obsesivo, compulsivo, ritualista, paranoico; continúa repitiendo los mismos comportamientos persistentemente nunca aprendiendo de experiencias vividas ya que prácticamente se vive desde una conducta automática o programada. Por otro lado, este cerebro reptil nos es vital para la supervivencia, ya que regula la digestión, la circulación, la reproducción, la respiración, el hambre, sed, sueño y sexo.

El individuo nace con esas formas de reaccionar ya que su cerebro reptil se lo dictamina: “No le gusta lo nuevo”, es rutinario, se resiste a una nueva actividad que implique el menor esfuerzo. Actúa por imitación. 

 

Desde el cerebro reptil, el ser humano es capaz de cometer las mayores atrocidades. De ahí que todos seamos en mayor o menor medida psicópatas (depredadores), o nos convirtamos en algunas ocasiones en paranoicos (en la presa). También es el causante de que experimentemos emociones que nos “secuestran”. Reacciona en milésimas de segundo es decir casi al instante, sin razonar, sin nada de nada, sólo visceral. 



 

SISTEMA LÍMBICO

*Sistema límbico o cerebro emocional nos ayuda a sentir y desear. Es nuestra memoria emocional inconsciente y también como el cerebro reptil, si no nos regimos por la sabiduría, por los valores, por la consciencia, por la fe adulta, entonces nos gobernará nuestro comportamiento de forma totalmente sin consciencia. Es un cerebro dentro del cerebro que controla las emociones y la fisiología del cuerpo. La amígdala por ejemplo, es la base de la memoria afectiva.

También está el tálamo: (Placer-dolor) el hipotálamo e hipocampo, las glándulas endocrinas que generan calidez, feromonas (enamoramiento) es decir "amor" por sentimiento, gozo, depresión, odio etc. 


Nuestro sistema límbico, es capaz de poner el pasado en el presente, y si nos dejamos atrapar por recuerdos dolorosos de antaño, diario y constantemente, agonizaremos muchas veces en nuestro presente, olvidándonos de la realidad y negándonos a salir de las heridas de ese pasado. Las consecuencias de esto son devastadoras para la propia persona y para quienes le rodean.

La parte oscura aparece cuando el exceso del peso del pasado puede facilitar las exageraciones emocionales llamadas neurosis. De hecho, todos somos neuróticos en mayor o menor grado. De ahí la importancia URGENTE de querer ir sanando el interior de todo aquello que aún duela y mantener esa limpieza interior las más de las veces, hasta el final de nuestra vida. El trastorno de personalidad que la psiquiatría llama esquizofrenia, también puede estar sostenido por recuerdos, o hechos muy dolorosos que no se han sabido expresar o no se han querido sanar.

Muchas personas sufren a manos llenas por lo que les hacen los demás o por lo que dijeron los demás. Esta capacidad de dejarnos afectar por algo o alguien nos la da nuestro sistema límbico, de ahí la necesidad de querer no dejarnos llevar de nada que sea reacción, impulso, emoción, sensación a la primera de cambio, ya que este sistema límbico es también con el reptil, reactivo. Es donde se gestan las emociones básicas. Es el responsable de nuestra vida emocional y tiene mucho que ver con la formación de memorias, recuerdos, atención, conductas sexuales, emociones como la ira, alegría, placer, miedo, celos, agresividad, personalidad y conducta. Cada emoción libera substancias químicas en varias regiones del cerebro y con ello transforman temporalmente el modo de trabajar de numerosos circuitos neuronales.


Interacciona con el sistema endocrino y sistema nervioso autónomo. Tiene la capacidad de “desconectar” en situaciones demasiado dolorosas, por ello la necesidad de terapia en personas que no recuerdan bien los hechos dolorosos de su pasado y es que el Neocortex (nuestra parte más inteligente y sabia) no recibe información de esos hechos ya que la adrenalina secretada lo desconecta. Si nos preguntamos hoy ¿de dónde nos viene tanto egocentrismo? La respuesta es: del sistema límbico sin la luz del neocortex, ya que protege y hasta acrecienta nuestro ego. 

Desde el sistema límbico es que se hace posible el amor materno, pero si la persona que se convierte en madre vive en el inconsciente del sistema límbico, podría llegar hasta matar a su bebé ¡¡¡Miles de casos!!!  "Los vínculos sociales -sin el neocortex- pueden llegar a ser vínculos de "dame, te doy" es decir vínculos de  conveniencia" Emanuel Kant 


Nuestro sistema límbico necesita motivación que genere dopamina. De ahí que cuando más bajo se está anímicamente puede uno llegar a enamorarse de quien menos le conviene. Recordemos las caricaturas de pepe Lebú. 

 

El desbalance de dicho sistema conduce a estados agresivos, (cuando no se está con aquella persona por ejemplo porque te hace falta en tu cerebro el químico que aquella persona o droga te provoca) depresiones severas (cuando te ha abandonado tu princesa o príncipe azul o cuando has perdido un trabajo que llevaba el pan a tu casa, etc.) y pérdida de la memoria, entre otras enfermedades.  Nuestro sistema límbico reacciona en décimas de segundo, es decir sigue siendo reactivo, impulsivo, muy impulsivo.


 

NEOCORTEX 

*Neocortex 90% del Sistema nervioso central (SNC). Supeditado al Sistema límbico y cerebro reptil. (SL Y CR). Gracias a Dios, en nuestro neocortex podemos auto regularnos y cambiar el enfoque de todo aquello que no nos hace mejores seres humanos. Nos permite tener conciencia, vivir en sabiduría con esa capacidad volitiva (de la voluntad, de las tomas de decisiones) que nos permite comportarnos con bondad, compasivos, honestos, pues nos permite regular las emociones y desarrollar vínculos sociales, relaciones interpersonales más sanas, más solidarias. 


Nuestro neocortex nos da la capacidad de razonar, de comportarnos no ya como depredadores, sino al estilo de Jesús de Nazareth,  de Felipe Neri, Don Bosco, de Ghandi, de Buda, y de tantas personas sabias. 

El neocortex nos permite ser más intuitivos, con gran capacidad para discernir: si esto que estoy pensando, mirando, hablando y haciendo me hace un ser humano más íntegro, más honesto, más responsable, más alegre, más feliz y por ende contribuyo a un mundo mejor. 

Podemos decir que nuestro neocortex, es el cerebro humano más evolucionado capaz de lenguaje, pero dependerá de si alimento mi razonamiento con sabiduría, por ello necesitamos cuidar qué leemos, qué música escuchamos, qué letras tienen las canciones con las que nos bombardean o nos bombardeamos a diario, qué vemos en los medios de comunicación.


El neocortex nos permite si así lo decidimos, ser creativos, por ello es poco sabio decir que nos sentimos aburridos por ejemplo. Podemos crear asociaciones que ayuden a los demás de diferentes formas, podemos estudiar algo si no tuvimos oportunidad de hacerlo de jóvenes, podemos aprender un instrumento musical, podemos ayudar a los animalitos de la calle, en fin es parte de nuestra naturaleza ser creativos, pero por dejarnos llevar de lo que sentimos: tristeza, depresión por estar pensando tanta negatividad, preferimos hundirnos en un sillón y dejamos que todos quienes podrían recibir ayuda de parte nuestra o alegría de parte nuestra, "se rasquen con sus uñas". 

Nuestro neocortex se divide en dos hemisferios: El derecho: Capacidad de amar, de ser creativos, espirituales… y el izquierdo con todo lo referente al aprendizaje, la lógica, las matemáticas, la razón etc.

Nos da la capacidad de razonar, de pensar de discernir antes de herirnos y herir. Es el lugar donde nuestras neuronas establecen nuevas conexiones. De ahí la importancia de mantener activas a las neuronas leyendo, pintando, escribiendo, solidarizándonos etc. Nos da la capacidad cognitiva intelectual y espiritual. Capacidad de decidir, elegir, y escoger: (Lóbulo prefrontal). A esta parte de nuestro cerebro le podríamos llamar como "Centro de solución de problemas". Pero esto se convertirá en realidad sólo si la persona está decidiendo pensar, mirar, escuchar, hablar y obrar en sabiduría, en honestidad, en amor verdadero, en solidaridad.

Neocortex y sistema límbico perciben simultáneamente los estímulos interiores. Cuando nuestros cerebros se complementan: el límbico nos muestra la emoción que queremos vivir y el necortex nos da la capacidad de elegir qué sería lo mejor para crecer y madurar, sólo así se llegaría a la armonía interior. Cuando se aprende a vivir en el hoy, en el aquí y en el ahora, y se está “preparado” de manera sabia para lo que pudiera pasar, tenemos en nuestro cerebro inteligente la herramienta para salir “victoriosos” de cualquier circunstancia por adversa que sea. 



 

Necesitamos ser UNO en nuestro cerebro: equilibrio físico, instintivo, emocional, inteligente, espiritual. Nuestro cerebro tiene interconexión muy especial con el corazón a quien hoy la ciencia lo considera como otro “cerebro” en nuestro cuerpo: (Sistema nervioso periférico autónomo). ¡¡Dios nos ha dado toda una maravilla en nuestro cerebro!! Es posible aprender a controlar el estrés, ignorar estados depresivos, eliminar la ansiedad causada por pensamientos catastróficos y siempre negativos o por falta de perdón, mediante la toma de consciencia y la meditación silenciosa u oración del corazón que enseñan los padres del desierto: “Jesús Hijo de Dios, ten misericordia de mi” estando conscientes todo el tiempo de nuestra propia respiración y fijando los ojos en Jesús de Nazareth o simplemente tomar la frase "Dios mío te amo" o "Abba" a manera de puente que nos une sobre todo cuando estamos tan distraídos e inmersos en medio de tanto ruido, sobre todo ruido interior.

Sistema de Activación Reticular, Cortex Reticular: Te recuerda los beneficios del esfuerzo y comprendes las leyes que rigen el universo y que Dios que respeta estas leyes, nada tiene qué ver con lo que pasa hoy en nuestro mundo. Dios nunca manda ningún mal a nadie. Él, simplemente respeta la ley cósmica, la ley de la naturaleza, la ley de la libertad humana etc. 

 

Nos hace capaces de poner el futuro en el presente (Psicosis: se toma por real lo que no es real  que es lo mismo a: locura por excelencia), de ahí la importancia de vivir el único instante que tenemos real: el hoy, el aquí y el ahora.

El Lóbulo prefrontal es la capacidad pensante que puede planificar. Nos da la capacidad para el trabajo. Ahí podemos desarrollar una perseverancia sabia para todo aquello que nos dignifique, nos haga más hermosos interiormente. Determina el tamaño de la memoria. Nos da la capacidad de ser empáticos (y solidarios) de percibir y comprender lo que otro ser vivo sufre. Nos da la capacidad de tener sentido común. Y a diferencia del sistema límbico y el cerebro reptil, nos permite aprender de la experiencia y de los errores. En esta área está la capacidad de planear el futuro. Hoy sabemos que el futuro será en relación a cómo vivimos nuestro presente, sobre todo si lo vivimos desde la sabiduría, desde el amor verdadero y la solidaridad. FUTURO es el siguiente instante de nuestra vida. De ahí la necesidad de alimentarnos de la Sabiduría de Dios, de Jesús y de tantos y tantas cuya vida conocemos por la forma en como aman a esta creación, y cómo se tratan a sí mismos.


Aquí es desde donde se va construyendo nuestro carácter que sí podemos cambiar con la ayuda de Dios y de todos los dones (no nos falta ninguno) que ya tenemos. 

El temperamento lo recibimos en el ADN no lo podemos cambiar pero sí lo podemos regular, sobre todo pensando siempre: ¿Qué harás tú Jesús en mi lugar? Finalmente te decimos que el Neocortex nos da más de un segundo para reaccionar, es decir, que antes de herir a nadie podemos decir: "Jesús, ayúdame a amar como tú". Amén.

 

Con Amor: Hnas Flor y Gema ob

 "Hagamos el bien mientras estemos respirando"

 

 

 

Terapia visual de pensamientos sabios 2